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El Orgullo de Torremolinos se ha convertido ya en uno de los tres principales de España junto a los de Madrid y Maspalomas. Ñito Salas
El turismo gay busca en la provincia de Málaga más espacios tras un verano récord

El turismo gay busca en la provincia de Málaga más espacios tras un verano récord

Los empresarios del sector se muestran optimistas tras cifrar en un 40% el aumento de facturación con respecto al año pasado

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Lunes, 8 de octubre 2018, 00:38

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El movimiento LGTBI (lesbianas, gays, transexuales, bisexuales e intersexuales) tuvo su origen en el Torremolinos de los años 60. Medio siglo después, la localidad costasoleña ha vuelto a ser el epicentro del colectivo: el turismo gay ha crecido de forma exponencial en estos últimos tres años, y su éxito comienza a extenderse a Málaga capital y otros municipios vecinos. Mientras, el sector reconoce que necesita más espacios de crecimiento si quiere continuar esta línea ascendente.

Solo en Torremolinos, y según datos oficiales aportados por el Ayuntamiento, el impacto económico de este turismo en la ciudad habrá alcanzado a final de año como mínino los 60 millones de euros. Los datos se obtienen a través de un estudio elaborado por TourEspaña, que cifra el turismo gay en un 10% del total; y su gasto diario –superior a la media– de 130 euros. De esta manera, y teniendo en cuenta que las pernoctaciones en Torremolinos sumarán unos 5 millones, las relacionadas con el turismo gay son 500.000, que multiplicadas por los 130 euros suponen esos 60 millones. «Aún así –matiza el alcalde de Torremolinos, José Ortiz– aquí tenemos claro que el turismo LGTBI supone bastante más del 10%».

A estas cifras objetivas se suma el balance elaborado por la Asociación de Empresarios Gays de Torremolinos (Acogat). Según su presidente, Carlos Román, el aumento de facturación de este verano con respecto al de 2017 ha estado en una media de entre el 30 y 40%. «Hemos batido récords, y la tendencia es a seguir creciendo cada año, ya que las expectativas son mejores aún para 2019», avanza. Según Román, los motivos radican en una mayor «facilidad institucional»; la llegada del primer hotel LGTBI de Andalucía (Ritual); y la caída de otros destinos como Sitges (por el precio y por la situación en Cataluña) y Canarias, aunque éste algo menos porque en fechas concretas sigue convocando a mucha gente. Además, Roman explica que en el caso del turismo gay la temporada alta no acaba tras agosto, sino que dura hasta el 31 de octubre.

El alza de Torremolinos y la Costa del Sol coincide con la caída de Sitges y Canarias

A pesar de ello, el responsable de los empresarios gays afirma que sueguirán llegando inversiones porque la elevada afluencia de público demanda más espacios. «Parece que hay un grupo interesado en abrir una nueva discoteca grande; y pienso que habría mercado para otro hotel como el Ritual», señala. Asimismo sostiene que La Nogalera –el espacio en el que se concentran todos los locales de ocio para el colectivo– se está quedando «algo pequeña». «Quizá haría falta otro chiringuito como el Edén», añade. «También me parece que es es necesario seguir reactivando el centro y que haya algo más que bazares, pero creo que vamos por buen camino», concluye.

Uno de los actores clave de este crecimiento –como el propio Román reconoce– es el Hotel Ritual, el establecimiento del sector más grande Andalucía, y uno de los más relevantes en España. Su director, David Taboas, sostiene de forma tajante que este verano ha sido «estupendo». «Vamos a superar los datos del año pasado, aunque el tercer trimestre parece que será un poco más complejo, pero aunque se baje en ocupación se ampliarán las cifras de facturación», avanza. Así, el Hotel Ritual cuenta con una ocupación superior al 90% hasta al menos el próximo 15 de octubre.

A su juicio, el empresariado tiene que seguir apostando como hasta ahora con una renovación de la planta hotelera como ya hiciera su grupo. «Esto no solo genera riqueza para las arcas públicas y privadas, sino también más trabajo», valora. En el caso de Ritual, este verano ha creado 130 empleos; y además con un valor añadido porque prestan especial atención a los sectores sociales con más dificultad para conseguir un trabajo, como el caso de las personas trans.

«El turismo gay en términos generales no es un turismo 'lowcost'», sostiene Taboas, lo que en su criterio le da un valor extra. En cuanto a la necesidad de obtener más espacio en zonas como La Nogalera, asegura que su «opinión personal» es que siempre se puede trabajar mejor si la comunidad va de la mano del Ayuntamiento. «Como espacio gay esta bastante bien, se está cumpliendo la normativa acústica y me parece que se conjuga el ocio y la diversión con el descanso de los vecinos».

Un turismo fiel

Por su parte, José Ortiz confirma que para el turismo gay el 2018 está siendo un año «extraordinariamente bueno», destacando, en su caso, el crecimiento en la calidad. «Se ha hecho un esfuerzo de mejora y se le ha dado un valor añadido a un segmento que venía desarrollándose en estos años», afirma. El primer edil de Torremolinos considera que este resultado es fruto de un mejor posicionamiento en los mercados. «Combinamos modernidad, calidad en las playas y ocio nocturno. El turismo gay es un turismo exigente, pero a su vez duplica el consumo de otros sectores», explica. «Y es un turismo fiel, porque además de repetir el destino rompe la estacionalidad. Por eso hemos tenido buenas cifras este invierno», insiste.

Por último, Ortiz apuesta por el crecimiento de este tipo de turismo. «Yo creo que el siguiente reto es ampliar los locales, que se mezcle en la ciudad y que no haya zonas específicas aunque siga existiendo la Nogalera». Además, señala que las iniciativas en esta materia en municipios cercanos es positiva, como en el caso de Málaga el turismo cultural; una oferta alternativa y paralela al ocio nocturno y muy demandada por el segmento turístico LGTBI.

Málaga y los municipios del litoral,más oferta para el turismo LGTBI

Aunque Torremolinos concentra la mayoría del turismo gay de Andalucía y de la provincia de Málaga, tanto la capital como el resto de municipios del litoral están apostando por este segmento que suele huir de la estacionalidad. En el caso de Málaga capital, este verano se abrió La Comedia, la primera discoteca gay de la ciudad. Uno de sus propietarios, Javier Boxó, señala que en el mes y medio que llevan abierto han ido «de lleno en lleno». «Hay mucho público interesado; gente que tenía ganas de sitios abiertos y diversos», sostiene. Por ello, se va a crear noche de lesbianas sobre la que hay muchas expectativas, ya que esta oferta específica sigue aún siendo pequeña. «Indudablemente el epicentro nacional es Torremolinos, pero es que en Málaga hay una oferta complementaria para aquellos que van buscando la cultura y la gastronomía», añade Boxó, que combina la discoteca con su trabajo en las relaciones públicas de un hotel. «El turismo gay se ha incrementado de forma sustancial en Málaga», sentencia.

A esta oferta se suman además la municipios como Vélez y Manilva (que celebran 'orgullos') y Mijas, que ya planifica un festival LGBTI para el año próximo.

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