Sectores educativos consideran que el protocolo Covid será difícil de cumplir

Virginia Rodríguez, portavoz en Málaga de la Asociación de Directores de Institutos, ADIÁN, ve difícil organizar todo lo que se propone en los protocolos. «Confiamos en que todo el mundo actúe con responsabilidad, que los alumnos no acudan con síntomas al centro, que las familias estén operativas para recoger al alumnado con sintomatología, que el personal que pase a cuarentena sea sustituido o que se haga seguimiento individualizado por el centro de salud», indicó en respuesta a algunos de los puntos que contiene el protocolo. «Tal y como están las cosas, de aquí a nada están cerrados la mayoría de los centros, al menos de zonas urbanas o más densidad de población», indicó. No obstante, aseguró que «las direcciones haremos lo que los protocolos oficiales nos dicten, pero la aplicación de todo esto que se propone y de los protocolos Covid internos, además de complicada, nos va a llevar mucha inversión de tiempo».

Sylvia Frey, presidenta de la Asociación de Directores de Infantil y Primaria, ASADIPRE, en Málaga, cree que el protocolo “está bien planteado, porque supongo que se basa en fundamentos epidemiológicos, aunque considera que en un centro los casos confirmados o sospechosos “no se limitan a un solo aula, porque dentro del centro hay muchas conexiones, que hará que muchos grupos clase entren en juego. Los alumnos tienen hermanos y también están los profesores que deben entrar en todas las clases por ser los únicos de una especialidad cómo puede ser música. Es cierto que en estos casos no hay un contacto estrecho, pero deben tenerlo en cuenta”. Por esto, en su colegio, el Domingo Lozano de la capital, además de un listado de teléfonos del grupo, van a tener un mapa de conexiones (hermanos y otros familiares)

El problema es que “a la mínima” se puede producir un fenómeno de histeria. “Nos da miedo pensar cuando llegue el otoño y se confundan los síntomas de un resfriado común con síntomas Covid”, indicó. Pero Sylvia Frey aseguró que desde las direcciones escolares “estamos haciendo todo lo que está en nuestras manos para que tengamos una “normalidad” lo más segura posible, y que no hemos descansado este verano ningún día, buscando las mejores fórmulas para nuestros centros”. Por esto “pedimos colaboración a las familias, para que todo fluya lo mejor posible, y que sigan el protocolo que marque sanidad en todo momento. Esto es un trabajo que tenemos que asumir todos y que todos juntos y remando en el mismo sentido, seremos más fuertes”.

Las asociaciones de padres están a la espera de que la conferencia sectorial de educación de este jueves aclare muchas de las dudas que aún permanecen sobre la vuelta al colegio. Pero la impresión de Pilar Triguero, portavoz de FDAPA, es que este protocolo sanitario «no hay forma de cumplirlo».

Comisiones Obreras calificó de «irresponsable» querer que el alumnado andaluz vuelva a la vida escolar en una «falsa normalidad, manteniendo las aulas con el máximo de escolares y con unos imposibles 'grupos burbuja' que evidencian el desconocimiento que los gestores de la educación tienen de la vida escolar».

Desde el sindicato CSIF aseguraron «entender» la preocupación de los padres sobre la vuelta a las aulas: «El sentimiento de incertidumbre es generalizado también entre los docentes, por eso exigimos a esta administración que garantice unas condiciones de seguridad para la salud de alumnos y profesorado en la vuelta a la educación presencial.

Francisco González, responsable de CSIF-Educación, señaló que los centros educativos «no pueden suponer un riesgo para la salud», y a pocos días del comienzo de las clases «seguimos sin conocer qué medidas concretas de prevención frente a la Covid-19 ha adoptado la Administración».

El sindicato de enseñanza ANPE cree que deberían aplicarse en los centros educativos las mismas medidas establecidas por el Gobierno en todos los espacios públicos y privados para controlar la propagación de la pandemia: las relacionadas con el uso de mascarillas, el lavado frecuente de manos con geles hidroalcóholicos y el mantenimiento de la distancia mínima de seguridad, entre otras. «Para garantizar esta distancia de seguridad es fundamental adecuar nuevos espacios en los centros para realizar grupos más reducidos de alumnos», indicaron.

Desde FSIE, el sindicato de la escuela concertada, defienden la enseñanza presencial «como herramienta básica de trabajo, pero bajo la supervisión y control de las autoridades sanitarias», por lo que «debemos garantizar entornos seguros para nuestro trabajo como docentes y personal de administración y servicios». Este sindicato mostró su apoyo a los centros concertados y a sus equipos directivos que están realizando un gran esfuerzo de planificación y de adecuación de instalaciones y recursos».