Padres y madres optan por tomarse a la vez el permiso por nacimiento de hijo

Desde entonces han sido 16 semanas para cada uno, seis inmediatamente después del parto de forma obligatoria y el resto en periodos sucesivos. Ahora vuelve a ampliarse, de 16 a 17 semanas, después de que el pasado 29 de julio el Gobierno aprobara el Real Decreto-ley 9/2025 en Consejo de Ministros. Pese a que tendrá que ser aún convalidado en el Congreso, ayer entró en vigor tras su publicación en el BOE. Además, esta medida, que beneficiará a familias con hijos nacidos a partir del 2 de agosto de 2024, contempla también la retribución de dos de las ocho semanas del permiso por cuidado de hijo (ya en vigor, pero sin remuneración hasta ahora) hasta que cumpla ocho años.

Eso significa que a partir del séptimo mes (sigue siendo obligatorio tomarse seguidas las seis primeras semanas tras el nacimiento), pueden optar por seguir disfrutando del permiso hasta agotarlo o fraccionarlo (mínimo una semana) y así ir alternándolo con incorporaciones a la empresa durante el primer año de vida.

La equiparación de este derecho, individual e intransferible, buscaba acabar con la penalización laboral que sufrían las trabajadoras con la maternidad y promover la corresponsabilidad en las tareas asociadas a la crianza de los hijos.

Cuatro años después de su entrada en vigor, la mitad de los padres opta por tomarse las 16 semanas de permiso de forma ininterrumpida tras el parto, coincidiendo todo el tiempo con la madre y fomentando el rol de «padre ayudante», tal y como revela el estudio titulado ‘¿Cómo incide el nuevo diseño de los permisos de nacimiento en la corresponsabilidad? Un análisis con registros administrativos de la Seguridad Social de 2016 a 2023’.

El informe, elaborado por el Instituto de Estudios Fiscales del Ministerio de Hacienda, concluye que aunque el uso de estas licencias laborales por parte de los padres desde la equiparación es generalizado, solo una minoría de ellos se turna con la madre y ejerce de cuidador principal. En concreto, solo 2 de cada 10 hombres usa el permiso de paternidad de forma «potencialmente corresponsable», es decir, turnándose con la mujer para alargar al máximo el tiempo de cuidado del bebé. Los investigadores ponen de relieve su importancia, porque así la madre vuelve al trabajo teniendo cubierto el cuidado del bebé «en un escenario de falta de plazas en las escuelas de Infantil; porque desarrolla el vínculo de los padres con sus hijos sin mediar la madre; porque favorece el uso eficiente de los recursos públicos (con el mismo presupuesto en permisos por nacimiento se cubre el doble de tiempo de cuidado a los bebés), y se modifican los roles sociales al avanzar en igualdad de género».

También han observado otra variable en esa tendencia: cuanto mejor es la situación laboral del hombre, más probabilidad de que se turne con la madre.

Desde CC OO admiten que se ha avanzado mucho en esta materia. «Hace 20 años, los hombres solo tenían dos días de permiso de paternidad y en algunos casos hasta estaba mal visto que se los tomaran», recuerda la secretaria de Empleo, Mujer y Formación de CC OO en Málaga, María José Prados, quien considera un logro que ahora ellos hagan uso con normalidad de su derecho. «Sin embargo, y quizá por una cuestión de educación, aún les cuesta asumir en solitario el cuidado del recién nacido, un rol que tradicionalmente ha estado asociado a la mujer», expresa.

No es solo una percepción; también las cifras de excedencias por cuidado de menor y familiares constatan la brecha de género, ya que por mayoría aplastante se las siguen cogiendo ellas. «El pasado año en Málaga, de las 1.726 excedencias, 1.458 altas correspondieron a mujeres y solo 268, a hombres, es decir, que en la provincia casi el 85% de los permisos son femeninos. «Durante el periodo que dura la excedencia por cuidado de hijo (máximo tres años) la empresa no cotiza por el trabajador, aunque sí se considera como situación asimilada al alta a la hora de pedir algunas prestaciones de la Seguridad Social», advierte José Almirón, vicepresidente segundo del Colegio de Graduados Sociales de Málaga, que pese a ello, advierte del freno en la carrera profesional de la mujer.

Las cifras oficiales demuestran que tanto madres como padres agotan prácticamente todo el tiempo de su baja remunerada: la duración media de las permisos por nacimiento y cuidado de menor activas entre enero y junio de 2025 fue de 110,6 días y, en concreto, 112,6 para las mujeres y 108,9 días para los hombres, según el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, que el pasado año tramitó en Málaga un total de 16.020 prestaciones por nacimiento y cuidado del menor, de las cuales 7.765 fueron para ellas y 8.255 para ellos. Por tanto, más padres que madres disfrutaron del permiso, una tendencia que se repite desde la aprobación de la norma. ¿A qué obedece este patrón?

Una de las razones habría que buscarla en la ocupación, «pues la tasa de desempleo femenina es de 4,8 puntos por encima de los hombres», detalla Prados, que además advierte de como en ocasiones a las trabajadoras con un empleo temporal no se les renueva si están embarazadas, con lo que en el momento de dar a luz y estar en el paro no estarían cubiertas por la prestación por nacimiento».

No es el único motivo, pues objetivamente hay otra explicación a esa diferencia a favor de los padres en el número de prestaciones, tal y como avanza el vicepresidente segundo del Colegio de Graduados Sociales de Málaga. Se trataría de unas cifras que corresponden al número de expedientes que gestiona la Seguridad Social, no al número de perceptores, «pues al poder fraccionar el permiso y disfrutarlo por periodos semanales, se contabiliza cada vez que se inicia uno de ellos».

Si bien no hay datos segregados por regímenes, Almirón pone el foco en la dificultad de los autónomos para «abandonar» el negocio durante el permiso por nacimiento de hijo. «Hay quienes piden menos días o, directamente, no se cogen el permiso. Si lo hacen y siguen al frente del negocio se exponen a que una inspección de Trabajo descubra este fraude de ley».