
Ver 23 fotos
Secciones
Servicios
Destacamos
Ver 23 fotos
«Hay mucha gente», «it's crowded», «está todo hasta arriba». La ciudad exprime la Semana Santa con un sábado de lleno en las calles. ... Hay colas para coger mesa en los chiringuitos de la playa, los aparcamientos del centro han sacado desde media mañana el letrero de «completo» y es una marea la cantidad de gente que pasea por el Muelle Uno y sortea las sillas de la calle Larios. Sin procesiones que corten el paso por el casco antiguo, hoy es el día de hacer turismo, callejear por el centro y tomar los últimos rayos de sol en La Malagueta (algunos incluso arrastrando las maletas por la arena) antes de volver a casa.
«No ha sido como imaginábamos, es mucho mejor», asegura la familia Manrique, de Ciudad Real. El padre enseña los papelitos que todavía guarda en el bolsillo con sus apuntes a mano de los lugares a los que acudir estos días: el desembarco de la Legión, la salida de la Cena… «Es una maravilla, nos ha encantado». Les ha impresionado el tamaño de los tronos, el número tan elevado de personas que procesionan y el buen ambiente que hay. Y lo tienen claro: «El año que viene repetimos». Como Isabel Martínez y Rosaura López, nuera y suegra de Zaragoza, que viven juntas por segunda vez la Semana Santa malagueña. «Porque a mi suegra le gusta mucho ver a los legionarios», dice Isabel. Rosaura lo confirma: «Me emocionan. Si ya por la tele los ves y se te saltan las lágrimas, en persona es muy emocionante». Y hacen una apreciación: «Está más masificado que otras veces».
«Mucha gente», coincide la familia Lara, de Barcelona, pero bien organizada. «Nos ha gustado la planificación, la distancia que dejan entre las procesiones y cómo se permitía el paso entre las sillas. En otras ciudades no nos dejaban», aseguran. Hoy aprovecharán la jornada para recorrer la calle Larios y conocer la Casa Natal de Picasso, pero se quedan con el impacto que sintieron al ver el Viernes Santo el Descendimiento por La Malagueta. «¡3.500 kilos nos dijo un hombre de trono que pesaba!», exclaman.
«Es realmente impresionante», dice la italiana Cecilia Mansi. Llegó con su familia anoche, sobre la una de la madrugada, y tuvo que atravesar el centro con las maletas para llegar a su hotel. «No me esperaba que la Semana Santa aquí fuera tan grande, con tantas esculturas y tanta gente», afirma, y se despide con un «bella Málaga».
Mientras tanto, sentadas en las sillas de la calle Larios antes de que las retiren, dos señoras malagueñas comentan la eterna contradicción en la que vive la ciudad. «Se está desbordando un poco. Los malagueños ya no podemos callejear. Pero gracias a dios por este turismo que llena los establecimientos», dice Ana y Conchi asiente.
«Estamos a tope», afirma con prisas un camarero de un bar del centro sin tiempo para detenerse. A los que están más cerca del recorrido oficial, la dificultad para acceder al local y los tapones de personas que se formaban para cruzar de un lado a otro les ha impedido atender con comodidad a más comensales, como confirman en El Trillo. «Pero ha sido una semana favorable en horas puntuales», indican. Incluso muy favorable para algunos. Fernando Magdalena, al frente del puesto de almendras y garrapiñadas del parque, hace cuentas y calcula que las ventas se han triplicado estos días. «Siempre hay gente por aquí, pero la actitud y las ganas de comprar no son las mismas que a diario». Por eso, entre risas, lanza una propuesta: «Debería haber una Semana Santa al mes».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.