El Congreso respalda por una gran mayoría que se declare a La Desbandá como Lugar de Memoria Democrática

En la sesión plenaria de este jueves se ha votado la Proposición no de Ley (PNL) presentada por el PSOE e impulsada y defendida en la tribuna de oradores por el diputado por Málaga Ignacio López. La iniciativa ha logrado 201 votos a favor de los socialistas, Unidas Podemos, el resto de formaciones que son socios del Gobierno, además de Ciudadanos. El PP se ha abstenido y Vox ha votado en contra.

Una vez que se ha producido este pronunciamiento del Congreso, con una gran carga simbólica, será el Gobierno quien tendrá que aprobar su inclusión en el Inventario Estatal de Lugares de Memoria Democrática para su publicidad y conocimiento, con la identificación de sus caracteres inmateriales o intangibles y la información en los soportes documentales adecuados. Una declaración que se encuentra recogida en la Ley de Memoria Democrática, cuya tramitación está paralizada en la Cámara Baja. Fuentes consultadas añadieron, que el Ejecutivo puede esperar a la aprobación de la ley o hacer la declaración mediante un real decreto.

Durante el debate de la PNL, el pasado martes por la tarde, López defendió que es «un deber moral» con las víctimas que se lleve a cabo este acto de «reconocimiento y dignificación» y pidió el apoyo de los grupos políticos «por la verdad, la reparación y la justicia de las víctimas para que este trágico episodio no se olvide de la historia porque es la mejor garantía de su no repetición».

El diputado malagueño aprovechó para exigir al alcalde de Madrid, el popular José Luis Martínez Almeida, que quite la calle dedicada al Crucero Baleares, que participó en los ataques a los malagueños que huían por la carretera de Almería.

La misma petición que hizo la diputada de Podemos Martina Velarde, quien, dijo que esa calle es «una puñalada trapera a Andalucía». Asimismo, emplazó a sus socios del PSOE en el Gobierno a aprobar la Ley de Memoria Democrática y que se garantice que se puedan juzgar los crímenes del franquismo. En idéntico sentido se pronunciaron los diputados Néstor Rego, del BNG, y Josep Pagés, de Junts.

Óskar Matute, diputado de Bildu, hizo un símil entre la Guerra Civil española y el conflicto que se vive actualmente en Ucrania y denunció que el bombardeo a quienes en 1937 huían de Málaga ante el avance de las tropas franquistas fue «el primer sabotaje» a un corredor humanitario. El también vasco Mikel Legarda, del PNV mostró el apoyo a la PNL pero criticó que se pida un reconocimiento en base a una ley que aún no se ha aprobado.

Desde el bloque del centroderecha, el diputado de Ciudadanos por Málaga, Guillermo Díaz, mostró su apoyo a la iniciativa de declarar a 'La Desbandá' como Lugar de Memoria Democrática e hizo un llamamiento a no usar estos episodios como arma para fomentar la ira y el odio. El malagueño terminó su intervención con las palabras que pronunció en julio de 1938 el presidente de la República Manuel Azaña: «Paz, piedad y perdón».

El diputado de Vox Francisco José Contreras justificó el voto en contra de su partido por considerar que la iniciativa está motivada por «un deseo de revancha» y por la «necesidad de la izquierda de reescribir la historia y su obsesión patológica por ganar la Guerra Civil 83 años después de su conclusión». Asimismo, se mostró crítico con «la memoria hemipléjica» que sólo rinde homenaje a las víctimas de unos de los bandos y en este punto emplazó a los socialistas a declarar como Lugar de Memoria Democrática el paraje de Can Tretze, en Cataluña, donde en las semanas finales de la guerra fueron fusilados por los republicanos presos del bando nacional, entre ellos el obispo de Teruel, Anselmo Polanco.

Además, Contreras dio una particular versión al sostener que las víctimas de 'La Desbandá' más que por los bombardeos se produjo por «la imprevisión logística del bando republicano, que provocó una gran catástrofe humanitaria».

Desde el PP, el diputado Vicente Mateu durante su intervención acusó al PSOE de querer «reabrir la herida sangrante» de la Guerra Civil cuestionando La Transición y olvidando los crímenes republicanos y sostuvo que el Congreso debería ocuparse de los asuntos que «ahora preocupan» a los españoles como la necesidad de que el Gobierno se siente a hablar con los transportistas, que baje los impuestos o que Pedro Sánchez comparezca para hablar del cambio de posición de España sobre el Sáhara.