La historia de Máximo Gallego, el Papá Noel más auténtico de Málaga
A sus 66 años, este actor de Álora lleva ocho navidades dedicado a repartir magia entre los menores malagueños, a quienes también envía mensajes a través de un perfil de TikTok en el que acumula casi 70.000 seguidores
Se llama Máximo Gallego. Aunque desde hace semanas pocos le llaman con el nombre que figura en su DNI. Es Papá Noel. Y así, de hecho, se define en la primera línea de su perfil de Instagram o TikTok, donde suma ya casi 70.000 seguidores gracias a sus entrañables vídeos, con mensajes dirigidos a los niños. Un trabajo que, según confiesa, le apasiona y no cambiaría «por ningún otro del mundo». Pese a sus exigencias. Y es que ser Santa no es tarea fácil. Para empezar, debe cuidar a conciencia durante todo el año su barba blanca para que esté a punto, «lo cual me ha llevado a rechazar más de un trabajo muy bien pagado», bromea.
Si tienes hijos pequeños, seguramente su cara te sea familiar. Desde hace 8 años en cuanto llega la última hoja del calendario este aloreño se enfunda su chaqueta roja y blanca dispuesto a repartir magia entre los menores malagueños. Uno de esos caprichos del destino. El suyo estaba escrito en el casting de figuración de la película 'Toro', allá por 2014. «Estaba en la cola acompañando a mi hija, que también es actriz, cuando el director del proceso de selección se acercó a mí y me dijo que me quería para el rodaje, con la mala suerte de que me rompí un brazo y no pude grabar finalmente», rememora.
Aquella experiencia, sin embargo, le abrió nuevas puertas profesionales en el mundo de la interpretación. Primero llegó un anuncio para la costa italiana y, al año siguiente, su primera oferta para hacer de Santa en el Centro Comercial Los Alcores, en Sevilla. «Como me encantan los niños decidí presentarme. ¡Y me cogieron! Por entonces en Andalucía no había ningún Papá Noel de mis características con barba natural y les encanté, de hecho querían que siguiera pero me ofrecieron otra opción en Málaga que me venía mejor y cambié de destino», explica.

Hoy, a sus 66 años, Máximo puede presumir de ser el Papá Noel más carismático y auténtico de Málaga. Su cuidado aspecto físico contribuye a alimentar la magia de la Navidad y le ha convertido en el Santa Claus más solicitado de la provincia. La capital (Muelle Uno), Fuengirola (donde está este año en exclusividad en el centro comercial Miramar), Alhaurín de la Torre, Marbella o San Pedro Alcántara son algunas de las localidades donde este malagueño ha escuchado los deseos de los niños.
Con esta campaña son ya ocho las que acumula recibiendo las cartas de los pequeños -y no tan pequeños- de la casa. «Me vienen muchos adultos y personas mayores. La ilusión no tiene edad y eso es lo más bonito de este trabajo», defiende. Ocho años de trabajo que atesora en cajas en el sótano de su casa. Porque sí, lee «todas las cartas» que le dan. Una a una. «No puedo tirarlas, me da mucha pena», sostiene. En ellas, dice, ha leído «casi de todo»: «Me han pedido desde amigos a que Pedro Sánchez se vaya de Moncloa», asegura entre risas.
Máximo conserva todas las cartas que le han dado los niños malagueños en los últimos ocho años en cajas en el sótano de su casa: «Las leo todas y no puedo tirarlas, me da mucha pena»
Para Gallego, ser Papá Noel es el empleo más gratificante que ha tenido en su polifacética carrera, en la que ha hecho prácticamente de todo. Hijo de legionario, siendo muy joven ingresó en la fuerza militar, «el 19 de noviembre de 1975, justo el día antes de la muerte de Franco». Más tarde fue buzo profesional, jefe de seguridad del aeropuerto de Fuerteventura, empleado de funeraria, agente de seguros y hasta empresario: durante cinco años, a principios de los 2000 dirigió una piscifactoría de rodaballos en Estepona única en el sur, «hasta que en 2005 se la llevó un temporal».
Una trayectoria profesional tan intensa como su vida, que le ha llevado por un sinfín de destinos: desde Marruecos a Melilla, el Sáhara o Fuerteventura, donde se casó. Actualmente tiene cuatro hijos, cinco nietos y una biznieta junto a Raquel Carrión, su «Mamá Noel», con la que comparte perfil -y aventuras- en Tiktok. «Me siento afortunado de trabajar en lo que más me gusta: ser Papá Noel. Me llena mucho y encima me pagan por ello», sostiene.

Aunque no oculta que hacer de Santa también le ha traído lágrimas. Así, entre los momentos que más le han marcado de esta experiencia, Gallego comparte la historia de una niña de 10 años que fue a verle con su abuela tres meses después del fallecimiento de su madre, de cáncer. «Me pedía verla de nuevo, porque decía que no había podido despedirse. Hay momentos muy duros en los que tienes que encontrar las palabras adecuadas que necesita oír el niño. En ese caso le dije que su mamá era una luz en una estrella que le cuidaba. Me insistía en que quería verla y le prometí que aunque no pudiera, soñaría con ella y estaría a su lado siempre. Al final se convenció y se fue con una sonrisa. Acabamos todos llorando. Esa niña me marcó muchísimo», concluye emocionado.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.