La gran noche del empresariado malagueño

La fortaleza del empresariado malagueño es la que hace posible el dinamismo de esta tierra, vino a decir el docente, y que este territorio se sobreponga a problemas tales como la falta de convergencia aún con Europa en términos de renta per cápita, productividad o competitividad o a la sobrecarga normativa. Y, también, a un concepto, el de permacrisis, con el que puso nombre a todos los malestares: «Es un estado continuo de crisis que redefine cómo se percibe la situación. Es una inestabilidad crónica que genera inseguridad social y estrés y socava la confianza. Es una crisis duradera o una serie de crisis multidimensionales (política, social, ambiental, económica), lo que dificulta abordar la solución de los problemas. Y sus efectos son acumulativos», abundó el profesor. Y ésta fue una idea que también paseó por las palabras del director de este rotativo, Manolo Castillo, que recordó que los trece años de historia que tiene ya la guía empresarial malagueña han constituido una «aventura con etapas duras», con la sucesión de crisis los últimos años: «Hemos navegado por mares tempestuosos, hemos salido airosos y lo vamos a seguir haciendo».

Pero Málaga, insistió el profesor, tiene una economía sólida y abierta a un mundo «con el que se relaciona sobre todo a través del turismo», un sector al que elogió. Pero no pasó por alto el problema de la vivienda, poniendo de relieve cómo ya no sólo los estudiantes comparten piso, sino también trabajadores, lo que señaló como dificultad para retener y atraer talento, y deslizó que lo que subyace muchas veces es la precariedad salarial.

La presentación del 'Quién es quién en Málaga 2024' fue un acto de reconocimiento, por tanto, al empresariado malagueño, aunque complaciente sólo lo justo. Era una noche de celebración, pero también de recordar retos y tareas pendientes. Y así lo mostró Juan Pérez Gálvez, director general de San Telmo Business School: «Este directorio tiene que ser un elogio al dirigente empresarial, al empresario y al directivo. La empresa y los dirigentes empresariales tienen mucho que decir y mucho que aportar y hay que trabajar para que se sientan respetados, porque las empresas generan la riqueza y el bienestar». Y si puso de relieve que edición por edición (el volumen ya lleva trece) el número de empresas va siendo cada vez mayor, afirmó que se necesitan más (o las mismas con mayor dimensión): «Hay que ponerse retos para superar las barreras». Y anunció que la institución que dirige va a poner otro granito de arena para lograrlo: «Vamos a lanzar el consejo asesor de la pequeña y de la mediana empresa», reveló. Ello, para realizar una radiografía real del tejido empresarial y contribuir a reforzarlo. Porque, y aquí enlazan unas palabras de Castillo, «lo importante es que todas las empresas trabajemos en equipo y con la administración». «Nos encontramos en la construcción de un nuevo mundo y con problemas a los que dar solución: el agua, el medio ambiente, la población, la inmigración. Los empresarios tenemos que ser parte de la solución», agregó Gálvez.

Y SUR, con su granito de arena: «Queremos responder a la confianza que nos prestáis y tenemos una responsabilidad como periódico. La primera: transformarnos. Nos estamos transformando para satisfacer lo que necesitan los lectores. Tenemos el convencimiento de que tenemos una responsabilidad y una misión: ser el altavoz de las personas y sectores que necesitan que su voz se escuche: necesitamos hablar de la crisis de la vivienda, de las personas que no se sienten reconocidas en su ciudad...», manifestó Castillo, que abundó: «La responsabilidad de SUR es ver, conocer y transmitir lo que sucede en la sociedad. Y en eso estamos empeñados».

Cada año, en el acto de presentación de 'Quién es quién en Málaga', se reconoce a una entidad, a una empresa. En esta ocasión, el homenaje se dirigía al Puerto de Málaga, cuya historia glosó Nuria Triguero, periodista de SUR y maestra de ceremonias del evento. Carlos Rubio, presidente de la Autoridad Portuaria, recordó que este año se celebra el 150º aniversario de la institución: «Cuando nos planteamos la efeméride pensamos que teníamos que celebrar actos que dieran a conocer el puerto a la ciudadanía, que se hiciera más palpable y que los ciudadanos fueran partícipes de su historia», afirmó.

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, fue el encargado de cerrar el acto, destacando que éste era expresivo de la vitalidad de las empresas, de la calidad del Instituto San Telmo y de la solera de SUR. Saludó, por tanto, a una economía malagueña «cada vez más vitalista, con cada vez más sectores y muy diversificada». Además, puso el acento en una de sus obsesiones: la educación. «Cuando se aprobó la Constitución y entramos luego en Europa, en ese momento se tenía que haber planteado en España un gran pacto de estado sobre la educación». Ésa es, señaló, una asignatura pendiente que podría hacer posible una mejora de la productividad. «Cuando hay un gran pacto de Estado se piensa más a largo plazo. Es compatible tener una buena democracia y la madurez suficiente para ete tipo de acuerdos»agregó. Y no pudo marcharse sin hacer alusión al tema clave de nuestros días: la vivienda: apeló a la colaboración público privada para asumir este desafío con constancia y con inteligencia y que éste deje de ser un problema «porque lo merecen los jóvenes malagueños».