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Es un asunto aparentemente muy técnico, pero el gas renovable recoge muchas cuestiones estratégicas: podría rebajar a límites insospechados la dependencia energética provincial y regional y es una fuente limpia, que, además, implica un cambio en la gestión de residuos. Justo la semana en la ... que el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha acudido a la presentación de la Alianza Andaluza del Biogás A2BIO, es buen momento para analizar cómo está Málaga en este ámbito. Y una respuesta sencilla es que empieza a despertar, con los primeros proyectos para inyectar gas limpio en la red, pero todavía el autoconsumo prima y, sobre todo, son las administraciones públicas, a partir de vertederos o depuradoras, las que están más avanzadas. Pero hay motivos para la esperanza: el año pasado por estas fechas eran cero los proyectos en tramitación. Ahora son siete, tres de ellos privados.
El biogás, que, una vez sometido a un 'upgrade' o mejora, se convierte en biometano es una energía de gran potencial en el mundo rural. De ahí que Jaén y su provincia acaparen el 50% de los proyectos de futuro. Sevilla y Córdoba también ofrecen grandes oportunidades. Transición energética, modelo de economía circular, empleo verde, descarbonización... Todos los grandes ejes ambientales se agrupan en torno al biogás.
7
proyectos en tramitación hay en la provincia: 4 corresponden a Acosol en sus depuradoras (Estepona, Marbella, Benalmádena y Mijas) y 3, a iniciativas privadas para inyectar en red (Montecorto, Fuente de Piedra y Humilladero)
El presidente andaluz hizo gran hincapié en que Andalucía está ante una oportunidad única de crecer y de abanderar una revolución verde. La Alianza Andaluza por el Biogás es la primera de España promovida por una administración pública. Y es un ejemplo de colaboración público-privada, con unas 90 entidades adheridas.
Según un estudio de SEDIGAS, Andalucía es la segunda comunidad con mayor potencial del país, con 334 posibles plantas: podrían atender al 100% del consumo de gas natural doméstico e industrial. El informe especializado estima que la provincia de Málaga podría albergar 35 plantas. Pero el año pasado por estas fechas eran cero proyectos en tramitación, ahora son siete y tres de ellos, como se ha dicho, privados. De las 35 instalaciones, 28 son de residuos; 3 de cultivos intermedios y 4, de biomasa forestal residual. Podrían sumar 8 GW.
8 GW
es la potencia estimada potencial de la provincia de Málaga de electricidad a partir de biogás.
En Andalucía hay en marcha medio centenar de proyectos empresariales de biogás con una inversión de 1.400 millones y 3.500 puestos de trabajo previstos. En tramitación, hay 41. En Málaga, según informa a SUR la Junta de Andalucía, hay siete proyectos en tramitación. Cuatro de ellos, que superan los 6 millones de euros de inversión, corresponden a depuradoras de Acosol, la empresa de aguas de la Mancomunidad de la Costa Occidental, para generar biogás con el que autobastecerse de energía. Los otros tres son proyectos privados para inyectar en red. Están en Montecorto, Fuente de Piedra y Humilladero. Son los primeros proyectos tramitados en la provincia para este fin. Y seis de los siete han entrado a tramitarse en enero.
Málaga cuenta con la primera instalación de producción de biogás a partir de purines de Andalucía, un una potencia de 0,3 MW; es AGR Biogás, en Campillos. También tiene una planta de producción de biogás a partir de lodos de depuradora (la de Emasa del Guadalhorce) de 1,4 MW, así como dos instalaciones de aprovechamiento de gas de vertedero (Los Ruices, con 3,16 MW, en la capital y Valsequillo, con 2,55, en Antequera) que suman 5,7 MW. La potencia total instalada en biogás es por tanto de 7,4 MW, que supone un 22,2 % de la existente en Andalucía.
El peso sobre las renovables en total es muy bajo. Estos 7,4 MW suponen una cifra algo inferior a los 17 de biomasa; muy inferior a los 126 de hidroeléctrica o los 366 de fotovoltaica, y extremadamente más baja que los 643 de eólica. La suma total de producción de renovables es de 1.160,4 MW según el último informe realizado por la Agencia Andaluza de la Energía.
7,4 MW
es la capacidad de producción de biogás en la provincia. Málaga cuenta la primera instalación de producción de biogás a partir de purines de Andalucía: es AGR Biogás, en Campillos. También tiene una planta de producción de biogás a partir de lodos de depuradora (la de Emasa del Guadalhorce) y dos instalaciones de aprovechamiento de gas de vertedero (Los Ruices, en la capital y Valsequillo, en Antequera).
Los expertos tienen claro que es un campo que tiene potencial para garantizar todo el suministro doméstico a Andalucía y en el que hace falta avanzar en agilización de trámites; que vive un momento en el que se ha disparado el interés por invertir; que es una energía clave para la descarbonización; que genera empleo, y que incluso puede contribuir a fijar población al campo. A partir de los residuos alimenticios, de las depuradoras, vegetales o ganaderos se pueden obtener tanto buenos abonos (compost) como el reseñado biogás.
En otras provincias de Andalucía hay grandes proyectos, como el que promueven Nedgia (Naturgy) y Kepler en Utrera (Sevilla) o la del Grupo Oleofat en Mengíbar (Jaén). El proyecto sevillano supondrá la producción anual equivalente al consumo de más de 10.500 hogares, a partir del tratamiento de 68.000 toneladas de subproductos agrícolas y ganaderos. La planta jiennense implicará invertir 10 millones, crear 18 puestos de trabajo estables y será la primera planta de biometano en red de Andalucía.
Una de las funcionalidades claras del biogás es una mejor gestión de los residuos derivados de la ganadería. En la planta de Campillos tratan cada año 90.000 toneladas de residuos orgánicos y ahorran el equivalente a una emisión de 10.500 toneladas de CO2.
Se trata de fabricar biogás (metano y CO2), que una vez 'limpio', se convierte en metano y podría inyectarse directamente en la red gasística, que llega ya a 22 municipios de la provincia que cubren una población de 1,5 millones de habitantes. Y aquí sobreviene uno de los principales inconvenientes de Málaga: la red de gas está muy lejos del interior de la provincia. Y, evidentemente, el gas producido tiene que bombearse a la red. El gasoducto va de Estepona a Málaga pasando por Coín y Cártama. Se aleja del interior y además la orografía añade otro condicionante de gran exigencia.
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