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La cementera de La Araña ha paralizado su actividad. Ñito Salas
Las fábricas apagan motores con el temor a una recuperación larga tras la crisis del coronavirus

Las fábricas apagan motores con el temor a una recuperación larga tras la crisis del coronavirus

La nueva interpretación del Gobierno que permite mantener una actividad mínima para exportar apenas tendrá efecto en las empresas malagueñas

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Miércoles, 1 de abril 2020, 01:13

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La industria malagueña apaga las máquinas durante al menos dos semanas con la sensación de que es probable que esta parálisis decretada por el Gobierno para las actividades no esenciales se prolongue algún tiempo más y con la certeza de que cuando vuelvan a arrancar les costará coger el ritmo con el que venían funcionando hasta que el coronavirus hizo añicos toda su planificación. Ni siquiera la nueva interpretación más flexible de la norma que ayer ofrecía el Ejecutivo al abrir la mano a que puedan continuar con una plantilla de mínimos para gestionar 'stocks' o exportar para dar respuesta a compromisos internacionales parece que vaya a permitirles salvar esta situación. Fundamentalmente porque la demanda de fuera también es escasa. Es decir, que tienen cierta flexibilidad para mantener levemente la actividad, pero en ningún caso podrán funcionar como un día normal.

La cementera de La Araña podría ser una de las fábricas beneficiadas por este salvoconducto, aunque en la práctica no podrá sacarle partido porque en estas dos semanas no tenía prevista la salida de ningún barco desde el puerto de Málaga. El único encargo en su agenda es para mediados de abril con destino a Gambia, aunque esa mercancía ya está almacenada en el puerto, por lo que no habría que fabricar. Además, se da la circunstancia de que el horno está parado desde el pasado sábado debido al incendio que se registró en un transformador eléctrico.

Si a esto se une la caída de la demanda provocada por la paulatina paralización de la construcción en las últimas semanas, la actividad a día de hoy es nula. De hecho, ante del decreto los responsables de Heidelbergcement calculaban que esta semana el descenso se situaría por encima del 90% porque las obras se iban parando. «Hasta el viernes se había mantenido toda la actividad porque pese a caer la demanda se planificó el llenado de todos los silos para aumentar el 'stock' y mantener a nuestros trabajadores en sus puestos, pero todo cambió el sábado al anunciarse el decreto que nos obliga a parar» comentan desde la compañía, que sólo en la fábrica da trabajo a cerca de un centenar de personas. ¿Cuándo recobrarán la normalidad? «Es una incógnita, aunque no se espera que las obras se reanuden tras estas dos semanas como si no hubiera pasado nada», apuntan.

Donde también miran con recelo al futuro es en la fábrica malagueña de Fujitsu, que está aplicando un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) para 250 de los 366 trabajadores debido a la parada de producción de sus principales clientes, como Toyota, en varias de sus plantas de automoción. Al margen de los 66 profesionales que están teletrabajando, en las instalaciones del polígono Guadalhorce sólo están operativos una veintena de trabajadores a los que nos les afecta la parálisis decretada: la reparación de módulos de cajeros automáticos y los que están colaborando con los respiradores diseñados en Málaga para enfermos del Covid-19. «Aquí lo único que no sabemos es cuándo se va a reactivar. Europa está parando y calculamos que después de Semana Santa poca gente va a empezar a trabajar», admite la directora de la fábrica, Blanca Hermana.

Interior de las instalaciones de la firma de moda infantil Charanga.
Interior de las instalaciones de la firma de moda infantil Charanga. Sur

«Esperamos y deseamos que la actividad se recupere pronto». Quien lanza este mensaje es Antonio Gómez-Guillamón, consejero delegado de la consultora aeronáutica Aertec Solutions. La multinacional malagueña de ingeniería se ha visto afectada por la paralización desde ayer de la industria aeronáutica y de uno de sus principales clientes, Airbus, aunque aguanta el tipo gracias al exterior. «El negocio internacional está resistiendo bastante bien, y además es el más teletrabajable porque se trata de estudios y diseños, por lo que nos permite ir cumpliendo hitos y facturar, pero también tenemos la complejidad de las filiales en otros países porque en cada uno, desde Alemania a Perú, la pandemia se vive de una forma diferente», señala.

Inyección de liquidez

Peor es el escenario que dibujan en Charanga, una de las marcas de moda infantil de referencia en España que tras dar por perdido el primer trimestre del año en uno de sus grandes mercados, como es el italiano, ahora ven cómo se les escapa también su mejor periodo del año: la campaña nacional de primavera. «La empresa está con servicios mínimos. Tuvimos que aplicar un ERTE en todas las tiendas al cerrar por fuerza mayor y en las centrales estamos al mínimo en los departamentos de logística y comercio electrónico porque las ventas 'on line' también han caído cerca de un 80%; como es lógico, en estos momentos la compra de ropa no es una necesidad», explica el consejero delegado de la firma malagueña, Manuel de la Maza. Ante este panorama, el empresario considera «fundamental que los bancos inyecten liquidez a través del Estado para poder continuar la campaña». «Sin ingresos no podemos afrontar los compromisos de pago. Además, cuando se empiece a recuperar todo, habrá que ver a qué ritmo porque parece que va a ir muy lento», comenta el máximo responsable de esta firma que genera 350 empleos directos.

Una situación que también ha cortado toda actividad en la construcción, que conforma junto al turismo y el comercio los tres pilares fundamentales de la economía malagueña. «Los ingresos se quedan a cero, pero las empresas deben seguir cumpliendo con sus obligaciones y seguir pagando el 100% a los trabajadores. Se ha puesto un palo en la rueda del circulante de todas las compañías, así que si desde las Administraciones no se adoptan medidas de inyección de liquidez para que la rueda siga moviéndose puede haber problemas posteriores», advierten desde la Asociación de Constructores y Promotores de Málaga. Demasiada incertidumbre en la industria malagueña ante esta hibernación forzosa.

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