La Concepción dispara su nivel tras la DANA y saca a la Costa del Sol del umbral de sequía

Sin embargo, no se pueden establecer lecturas generales ni caer en euforias porque cada zona de la provincia se encuentra en una situación. La más halagüeña es la de la Costa del Sol Occidental, que en este momento se sitúa en la normalidad, fuera de cualquier umbral de sequía. El pantano estaba en 24 hm3 antes de la DANA y ya ha ganado 8 más. Mantiene su condición de máxima reserva de agua de la provincia, algo que ocurre por primera vez en la historia pero que se prolonga ya varios meses.

Por su parte, Málaga y Guadalhorce rozan pasar de nivel grave a severo, en tanto que en la Axarquía de momento no hay esperanzas de subir un escalón de tranquilidad.

La salida de la sequía en la Costa es una cifra y se ha superado. Pero hace falta mantenerla en el tiempo para que sea 'decretada'. Según el Plan Especial de Sequía, por encima de los 29,1 hectómetros cúbicos en el pantano de La Concepción en noviembre se considera normalidad. Pero este umbral es móvil y habrá que seguir la evolución de las próximas semanas. El embalse es reducido y por definición nunca puede ofrecer más de 7 meses de margen sin restricciones. Y por eso la Costa necesita tener 30,5 hm3 embalsados en diciembre para seguir respirando fuera de alarmas. Y así en meses venideros: 34,3 hm3 en enero; 37,4 en febrero, y sucesivamente hasta un máximo que parece difícil de alcanzar como son los 50,4 hm3 de mayo.

Los umbrales de sequía varían desde la normalidad a situación moderada, severa y, por último, grave. Y son escenarios bien fijados por el organismo de cuenca de acuerdo con complejos cálculos de precipitación histórica y consumos.

Este lunes, el embalse situado entre Marbella e Istán, rondaba los 32 hectómetros cúbicos y estaba recibiendo escorrentías a muy buen ritmo. Cabe recordar que el embalse se nutre en algo más de la mitad del agua que baja por el Verde y el resto se reparte entre las aportaciones del Guadalmina, Guadaiza y Guadalmansa que conforman un sistema de presas de derivación y tubos hacia el vaso principal. Las imágenes que ofrecen estos días invitan a la alegría.

El pantano tiene una capacidad de 57,54 hm3 tras los últimos estudios. Y el año pasado hubo que realizar un mantenimiento exhaustivo de sus tomas y desagües para prepararlo para una eventual entrada en fase de presa muerta. De todos modos, las distintas actuaciones a lo largo de los años hacen posible emplear prácticamente hasta los últimos metros cúbicos en caso de emergencia. El del año pasado, de hecho, era un momento mucho más delicado, con la mitad de reservas de las que ahora embalsa: sólo 16 hm3.

Otro hecho diferencial es que ya va entrando por fases en servicio la ampliación de la desaladora de Marbella. Ahora tiene en marcha 5 de sus 8 líneas; serán 6 en marzo, y subirán a 8 en julio, justo para la temporada alta. La obra lleva algo de retraso debido al bloqueo de suministros durante la crisis del Mar Rojo.

Así pues, según la previsiones de Acosol, la empresa que sirve el agua en alta entre Torremolinos y Manilva, mantienen la cautela y esperan seguir obteniendo esos 90 hm3 que necesita al año la comarca con un 70% de pantano, un 20% de desaladora y un 10% entre los pozos de Fuengirola (9) y Guadalmansa (1%).

Desde el Plan Hidrológico estuvo sobre la mesa el recrecimiento de la presa, un proyecto cuantioso para aumentar la capacidad de este embalse que tan buena respuesta ofrece ante las lluvias y escorrentías y que, cíclicamente, se ve en la paradoja de tener que aliviar porque está lleno. Las soluciones a largo plazo que se plantean son la presa de Gibralmedina (río Guadiaro), entre Málaga y Cádiz, con su proyecto ya redactado, y la segunda desaladora de la Costa, cuyos primeros estudios acometerá Acosol en su Plan de Inversiones.

Los embalses que abastecen a Málaga capital habitualmente son los de Guadalteba, Guadalhorce y Conde del Guadalhorce. El de Casasola, que es defensivo y regula los caudales del Campanillas (afluente por la izquierda), se considera dentro del Plan de Sequía como un refuerzo para el suministro. Entre los cuatro suman 82 hm3, 11 por encima del nivel de sequía grave y ya en moderada. Pero no están contados los rechazos de salmueras en la desalobradora de El Atabal, que rondan el 15%. Como ejemplo práctico hay que tomar unos 57 hm3 anuales de los pantanos para producir unos 44 de agua potable dada la salinidad de los recursos. Por eso y por la falta sistémica de lluvias será complicado que la ciudad consolide esta salida.

Ayer, algunos de los ríos que alimentan a este entramado mostraban un caudal estable. Por ejemplo, el Turón, que va a parar al Conde de Guadalhorce llevaba por la mañana 2.490 litros por segundo, más del doble de lo que necesita la ciudad para abastecerse. Una cifra incluso superior fluía por el Guadalteba (2.910), que acaba en el pantano homónimo. En Aljaima, donde Emasa deriva desde el azud imporantes caudales para descargar la presión de los pantanos, corrían 14.150 litros por segundo.

Tampoco saldrá de la sequía la Viñuela, que, pese a su clara mejora con respecto al año pasado, almacena 24 hm3. Necesita 41,5 para pasar a situación severa. En estos días, además, la comarca ha recibido de nuevo agua desde Málaga por problemas de turbidez en el pantano.