Alozaina, Benalmádena y Guaro, localidades con más deuda por habitante

Si se ponen en relación las deudas con la población empadronada, calculando el ratio por habitante, tres localidades malagueñas sobresalen por encima del resto: Alozaina, Guaro y Benalmádena. En el primer caso, el cómputo de los préstamos bancarios asciende a 5.285.000 euros, lo que supone que cada uno de los 2.082 vecinos de este municipio de la Sierra de las Nieves deben 2.538 euros. El alcalde, Antonio Pérez (PSOE), en el cargo desde 2007, admite que el Consistorio tiene una deuda bancaria «muy importante» pero pone el acento en que no deben nada ni a Hacienda ni a la Seguridad Social. «¡Qué pena que esos datos no los publique el Ministerio!», se lamenta el regidor pechero, quien asegura que buena parte de esta cantidad es anterior a su llegada al cargo hace nueve años.

«Es el resultado de una gestión deficiente durante décadas anteriores», sostiene Pérez, quien asegura que a pesar de las dificultades «vamos cumpliendo con los pagos». Por su parte, SUR se ha puesto en contacto con el alcalde de Guaro, Noé Oña, también del PSOE, quien no ha respondido a la petición tras reiterados intentos. Este ayuntamiento es el segundo más endeudado por habitante, con 1.922 euros por cada uno de sus 2.060 vecinos, lo que suma 3.961.000 euros.

Su homólogo en Benalmádena, el también socialista Víctor Navas, en el cargo desde el pasado junio, lleva con resignación la medalla de bronce que los datos del Ministerio de Hacienda otorgan al Ayuntamiento que preside, tras un pacto con otras cuatro fuerzas políticas: IU, Costa del Sol Sí se Puede, los tres exediles de Ciudadanos y Alternativa por Benalmádena. La localidad costasoleña, con 66.598 habitantes, tiene préstamos por valor de 115.586.000 euros. «Ha habido décadas de mala planificación de los ingresos y de los gastos», sostiene el regidor benalmadense, quien pone como ejemplo la construcción del hospital, que en la legislatura de 2003 a 2007 llevó a cabo el entonces alcalde independiente, Enrique Bolín, con un coste superior a los veinte millones de euros. «Podría haberse hecho de otra forma», afirmó.

En esta línea, Navas puso otro ejemplo: el parking de Balmoral, en la zona de la costa de Benalmádena, que costó cuatro millones de euros y que está a la venta por apenas un millón. Además, se han perdido subvenciones, «que ha habido que devolver por una mala gestión, como los siete millones del FOMIT que nos encontramos nada más llegar», destacó.

Del análisis de los datos adjuntos se desprende que entre 2014 y 2015 la práctica totalidad de los ayuntamientos malagueños consiguieron reducir sus deudas bancarias, aunque en porcentajes reducidos. Tan sólo dos la incrementaron: Ardales, al pasar de 500.000 a 604.000 euros, y Arenas, que de no tener préstamos pasó a uno de 88.000 euros.

En términos absolutos, sobresalió el caso de la capital malagueña, que pasó de 638 a 595 millones. Si el dato es el de 2012, la reducción ha sido aún mayor, pues entonces la deuda ascendía a 748 millones. Desde el equipo de gobierno del PP presumen además de no tener deudas con proveedores y ser una de las capitales que más pronto paga sus facturas. No obstante, la ciudad sigue estando entre las 13 localidades que tienen una deuda superior a los mil euros por habitante. En 2014 había 16 municipios.

Cortes de la Frontera, con 1.293 euros de deuda por vecino, es uno de los casos más graves. El Ayuntamiento adeuda nóminas a sus 60 trabajadores desde el pasado septiembre y tiene deudas con proveedores, como Endesa, de más de un millón. El alcalde, el independiente José Damián García, cifra la deuda total, sumando a los proveedores, en diez millones.

Estepona, con más de 77 millones, es otro caso llamativo. «Llevamos a cabo una gestión responsable, haciendo frente a la deuda heredada, y no generando más, pagando todo lo que se contrata y contratando sólo aquello que se puede pagar», afirma el regidor, José María García Urbano (PP).