Un domingo de tormenta perfecta

Fue un temporal de Levante el más perjudicial para las playas malagueñas que ocupó todo el mar de Alborán y que, aunque no alcanzó máximas de viento excesivamente elevadas, ya que no se superaron los 70 kilómetros por hora, sí se registraron de forma constante y continuada durante casi toda la jornada, especialmente a partir de las doce de la mañana. «La media del aeropuerto estuvo entre 35 y 40 kilómetros por hora, y eso es una media fuerte para mantenerse en el tiempo durante varias horas, de ahí que se produjera el intenso oleaje», explicaron las fuentes de Aemet consultadas por SUR.

Según los datos de la boya con la que Puertos del Estado mide en Málaga la altura de las olas, el mayor pico se registró a las cinco de la tarde con una altura de 6,5 metros, que volvió a repetirse a las siete de la tarde. A las ocho, ya descendió hasta los 4,7 metros, aunque sigue suponiendo una altura elevada.

Las bajas presiones de la borrasca procedente del Golfo de Cádiz acentuaron los fenómenos que ayer se registraron en las costas malagueñas en una jornada que, como contraste, comenzó con vientos cálidos, húmedos y con polvo en suspensión procedente de África.

Meteorología solo mantiene hoy en alerta amarilla Antequera, ya que las lluvias de anoche trajeron consigo viento de Poniente con menos fuerza.

Queda ahora por delante la tarea de hacer balance de los daños registrados en el litoral malagueño, incluidos puertos deportivos como el del club El Candado, que tuvo que doblar sus efectivos para asegurar el amarre de las embarcaciones. Una de ellas volcó pero, según puntualizaron sus responsables, estaba previsto trasladarla al desguace en los próximos días.