Podemos iguala al PSOE en militantes y triplica a los de IU en Málaga capital
La plataforma ciudadana ha conseguido en un mes 1.481 afiliados y a principios de octubre celebrarán una asamblea para debatir si van a las municipales
Ana Pérez-Bryan
Viernes, 19 de septiembre 2014, 02:02
Su nombre se coló en los titulares de todos los medios de comunicación el pasado mes de mayo, cuando las elecciones europeas ponían sobre la ... mesa un fenómeno que se tradujo nada menos que en cinco escaños. Desde entonces, Podemos se ha convertido en asunto de debate y se ha seguido con lupa el proceso constituyente de la formación que lidera Pablo Iglesias en todo el territorio nacional.
En el horizonte más cercano está el reto de las municipales de mayo del año que viene, y aunque desde el partido en Málaga aún no se ha tomado ninguna decisión sobre la candidatura a la Casona del Parque ya se empiezan a aportar cifras que miden el músculo de este movimiento ciudadano en la capital y en la provincia. El último se refiere al número de afiliados, un dato que podría convertirse en carne de fría estadística pero que no lo es en absoluto si se pone en relación con el de otros partidos del espectro local de izquierdas. En concreto, Podemos ha logrado sumar en apenas un mes 1.481 afiliados en la capital, igualando en afiliados al PSOE, cuyo último censo integra a 1.492 militantes; y triplicando de sobra a IU, que cuenta con unos 400.
Llama la atención la adhesión tan abultada de afiliados en apenas cuatro semanas, un fenómeno que los responsables de la formación en la provincia vinculan de un lado a la ilusión por el proyecto y, de otro, al creciente descontento ciudadano con los partidos convencionales. También conviene tener en cuenta a la hora de plantear el análisis que el número de afiliados no tiene por qué tener necesariamente su reflejo en los resultados electorales y tampoco en las distancias entre unos partidos y otros, pero el hecho es que este respaldo popular podría terminar de inclinar la balanza y hacer que Podemos decida formalizar su candidatura a las elecciones municipales.
El panorama de la militancia en la provincia está más ajustado, y ahí el PSOE gana con 6.300, por delante de Podemos (3.508) e IU, que con 2.500 militantes y simpatizantes el partido no distingue entre unos y otros a la hora de contar las adhesiones vuelve a situarse a la cola de los partidos de izquierda. Al otro lado del escenario está el Partido Popular, cuyas cifras superan con mucha diferencia tanto en la capital como en la provincia incluso los datos de los tres otros partidos sumados. En concreto, el PP cuenta en Málaga capital con 8.400 militantes y con 35.000 en el plano provincial.
Al igual que la mayoría de partidos políticos, Podemos también establece diferencias entre los afiliados y los simpatizantes. En las asambleas ciudadanas, por ejemplo, se tiene en cuenta la opinión de los militantes e incluso participan activamente en la toma de decisiones, mientras que los círculos otra forma de reunión «son formatos más abiertos a los que puede acudir cualquier interesado». Lo aclara Javier Castillo, de 24 años, uno de los miembros de la coordinadora que añade además que las aportaciones económicas de sus afiliados son «voluntarias». En el caso de PP, PSOE e IU existen cuotas fijas al mes que oscilan entre los ocho euros del PP y los cinco de PSOE (30 al semestre) e IU, que rebajan estas cantidades a tres euros en el caso de parados, estudiantes o jubilados.
Campañas de crowdfunding
El partido de Pablo Iglesias suma a este sistema de financiación voluntaria entre los militantes y simpatizantes ellos también pueden aportar una estrategia de captación de fondos que da muy buenos resultados no sólo en el ámbito político, sino en el cultural, social, educativo o empresarial. Se trata del crowdfunding o micromecenazgo, una iniciativa que se traduce en campañas virtuales normalmente pequeñas que se abren para financiar actividades concretas con las donaciones de todo el que quiera participar. Sobre el terreno, por ejemplo, Podemos recurrió a esta nueva forma de financiación durante la campaña de las europeas para financiar los gastos de la furgoneta en la que se desplazaban a los mítines o para cubrir costes de logística en las asambleas. Una vez conseguida la cantidad se cierra la campaña. «Así es más sencillo», zanja Castillo, cuya formación no descarta aplicar esta fórmula en el escenario local.
Oportunidades tendrán para hacerlo, porque los ocho meses que quedan por delante hasta las municipales de mayo serán intensos y en Podemos lo saben, aunque ahora están a expensas de los movimientos en el plano nacional para tomar decisiones a nivel local. En la capital, por el momento, el trabajo de campo está centrado en los barrios y sus problemáticas específicas, aunque a principios de octubre (en torno al día 10) hay prevista una gran asamblea en Málaga en la que probablemente se sienten las bases de la estrategia electoral en el caso de que decidan presentarse. Porque aún no lo han confirmado. Por el momento tienen la adhesión de los afiliados, las ganas, y los primeros (pero tímidos) movimientos. Ahora sólo falta echarse a andar.
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