Los vecinos se sienten «abandonados» por la Junta de Distrito de Carretera de Cádiz

Por otro lado, una familia de la zona también explica que llevan varios meses intentando luchar con todo el cableado que hay en sus calles, muchos de ellos descolgados y obsoletos.

Por último, un comerciante de la barriada de Las Delicias comentó a SUR hace unas semanas la situación en la que se encontraba la zona, una en las que viven más personas de la ciudad, pero que no por ello es sinónimo de atención.

«El aparcamiento es una completa anarquía», denunciaba José, que en declaraciones a este periódico explicaba que desde hace tiempo se ha instaurado una especie de «ley de la selva» en la que cualquier espacio es susceptible de ser un aparcamiento, y si se repite dos días seguidos «se convierte en estacionamiento oficial». Y todo esto se agrava todavía más con la afamada Heladería Inma funcionando a destajo en esa misma zona.

Hay dos circunstancias que enfadan a los residentes de la plaza Basconia, entre la zona de Gamarra y Eugenio Gross. Una de ellos ya se comentó hace unos meses en esta sección, y es la «total anarquía» que hay a la hora de estacionar vehículos.

«Desde hace ya muchos años vemos como normal la fila de en medio que se creó para conseguir tener más aparcamiento, que ha derivado en varias formas de colocar coches y que en ocasiones resulta un tetris que atrapa a más de alguno» relata un vecino, que explica que «aún así es una misión imposible aparcar a ciertas horas, sobre todo por la noche». La otra es el poco civismo, circunstancia que desgraciadamente se repite mucho en las denuncias que llegan a esta sección: «Huele a orina de perro en muchas de las zonas del barrio».

Un lector habitual de SUR, Gregorio Villén, plantea una situación que se repite más de lo que le gustaría en el Centro Histórico. «En Málaga los vehículos a motor circulan con total impunidad por zonas de acceso exclusivamente peatonal. Por supuesto, lo de las bicicletas y patinetas ya es clamoroso. Observo cada día que en el Centro Histórico de la ciudad no hay restricciones y campan a sus anchas ¿es que tal control es inexistente? ¿luego llegan multas?», se pregunta.