El último café del bar del cementerio de Parcemasa: los empleados ya han recibido la carta del cierre el 31 de julio

Antes de que llegaran los trabajadores, a los que esperaban los concejales socialistas, se había parado De la Torre preguntando que cuál era la reivindicación y le exponía el socialista Pablo Orellana que debía mantenerse la cafetería por el servicio que daba tan humano en el cementerio y por los empleos de 16 personas, mientras que el primer edil subrayaba que se había hecho todo lo posible. El socialista iba más allá y aseguraba que tanto el administrador concursal como la jueza estaban dispuestas a frenar el cierre si el Ayuntamiento de Málaga sacaba un nuevo concurso. No hubo asentimiento del primer edil.

En la recámara, 800.000 euros de deuda de la cafetería con la Seguridad Social, que los grupos de la oposición subrayan que acabará teniendo que asumir el Ayuntamiento de Málaga de forma solidaria y la sospecha de los trabajadores de que el equipo de gobierno del PP quiere que pase tiempo cerrada para que el nuevo negocio no tenga que subrogar los puestos de los trabajadores, que en un periodo prudencial sí podrían llevar este extremo los tribunales.

Sánchez explicaba a los periodistas como el administrador concursal, que había tenido una pérdida de un ser querido, había estado dos días yendo a la cafetería y viendo lo importante que es «un servicio humano y cálido en esos momentos, y no una máquina de vending con café en polvo o un sandwich frío que lleva días ahí metido». Un millón de personas pasa cada año por la cafetería del cementerio de San Gabriel (Parcemasa). «Sabía que este era un servicio necesario, pero ahora lo sé más», que reproducía Sánchez como las palabras del administrador concursal. «No sé si el alcalde está mal informado, pero el administrador y la jueza mercantil están dispuestos a dar una prórroga», que afirmaba como el que dictaba sus últimas voluntades.

El portavoz socialista, Dani Pérez, subrayaba que es importante que el alcalde de Málaga atienda a razones «y habilite una prórroga para que los trabajadores continúen dando servicio a los ciudadanos, dando un servicio vital; el Ayuntamiento de Málaga no puede prescindir de la cafetería del parque cementerio de Málaga. Ya tenemos el gran error de haber perdido el Mundial 2030; no se puede volver a cometer otra tropelía como esta», que indicaba. Por último, afirmaba que con todo esto lo que se está demostrando es que «De la Torre está falto de empatía».

Por su parte, la viceportavoz de Con Málaga, Toni Morillas, subrayaba que «es indecente» que el alcalde de la ciudad «no haya tenido la dignidad de reunirse con los trabajadores de la cafetería de Parcemasa que llevan 30 años dando servicio, sirviendo a los malagueños que acuden en un momento duro de sus vidas, 16 trabajadores que ya han recibido la notificación del cierre», indicaba al tiempo que subrayaba que una máquina de vending «con café frío y phoskitos» no puede sustituirlo.

A juicio de Morillas, así como de su compañero, el portavoz Nico Sguiglia, la culpa de este desaguisado es del gerente de Parcemasa, Federico Souvirón, «que es el que ha provocado esta situación, por la que debe ser cesado en su puesto», indicaba. «Nefasta gestión del gerente», que había indicado anteriormente el socialista Pablo Orellana, quien subrayaba que Parcemasa debía de haber estado in vigilando de que las empresas que han explotado la cafetería de Parcemasa paguen las deudas de la Seguridad Social, que en la actualidad se elevan a 800.000 euros. «El alcalde debe ponerse al frente para evitar este cierre, hay que darle un giro de 180 grados a este conflicto», puntualizó el socialista.