Tradición y pasión ecuestre en la XX Feria de Ganado de Málaga

El recinto, decorado con sencillez pero cargado de simbolismo, acogió a primera hora de la mañana la llegada de los primeros animales. A medida que el sol iluminaba el espacio, se escuchaba el relincho de los caballos, mientras los curiosos se acercaban para observar de cerca el ganado que protagoniza esta feria. Desde su creación, hace dos décadas, el evento ha crecido, manteniendo su esencia y siendo hoy la única feria ganadera de este tipo que se celebra en una capital de provincia en España.

Entre las actividades más esperadas de la jornada, la exhibición de pelado de mulos despertó gran interés entre los asistentes. Pablo Andreu, Pedro Moreno y Adrián Laguna, expertos en este oficio, mostraron al público cómo esta práctica tradicional sigue siendo una muestra de destreza y cuidado por los animales. Con manos ágiles, pelaban a los mulos, dejando claro que este trabajo, más allá de ser técnico, está cargado de respeto y conocimiento transmitido de generación en generación. Los más pequeños observaban con asombro, mientras los mayores recordaban tiempos en que estas labores formaban parte del día a día en los campos andaluces.

El bautismo ecuestre fue otro de los grandes atractivos de la mañana. Niños y adultos, la mayoría novatos en el mundo del caballo, tuvieron la oportunidad de montar por primera vez bajo la dirección de María Gallardo, una experta en el trato con los más inexpertos. Las sonrisas y la emoción de los pequeños al sentir el ritmo pausado de los caballos a medida que daban sus primeros pasos, crearon una estampa entrañable. Este acercamiento, que une a la gente con los animales en un ambiente lúdico y educativo, es parte del éxito que ha cosechado esta feria durante tantos años.

La tarde traerá consigo una de las exhibiciones más aclamadas: la doma ecuestre. Los jinetes Rubén Cuenca y Leo Villena cautivaran al público con una demostración impecable de control y conexión con sus caballos. Los movimientos elegantes y precisos de los animales, guiados con maestría por sus jinetes, serán una de las atracciones del día.

Al caer la tarde, la música de 'Antonio Flamenquito' pondrá el broche de oro a una jornada repleta de actividades. Sus ritmos flamencos encenderán el ánimo de los asistentes, quienes, con una copa en mano y la brisa del atardecer, disfrutaran de la música en directo. El ambiente festivo se mezclará con la esencia tradicional del evento, recordando a todos que la feria no solo es un homenaje al mundo equino, sino también una celebración de la cultura popular malagueña.

Para el cierre del evento, mañana domingo, la carrera de cintas a caballo, una competición clásica en la que los jinetes intentan capturar cintas con una lanza mientras galopan a gran velocidad, promete ser el espectáculo más esperado. Este evento, cargado de tradición y competitividad, siempre logra atraer a un numeroso público, que disfruta de la destreza de los participantes y de la adrenalina que provoca el desafío.

Además, se celebrará la entrega de premios a los mejores ejemplares de la feria, donde los caballos, yeguas, potros y mulas más destacados serán reconocidos por su porte y belleza. Este momento es, sin duda, uno de los más esperados por los ganaderos, que se esfuerzan año tras año en mostrar la calidad de sus animales y en mantener la tradición de cría y cuidado de équidos.

La Feria de Ganado de Málaga, a lo largo de estos veinte años, se ha ganado un lugar especial en el corazón de los malagueños. Carlos Conde, concejal del Distrito Este, destacaba la importancia de este evento no solo como una muestra de la tradición ganadera, sino como un espacio de encuentro y disfrute para toda la familia. En colaboración con diversas entidades y empresas, la feria ha sabido crecer sin perder su carácter local y familiar, convirtiéndose en una referencia cultural en la ciudad.