Las tiendas de moda, con muchas dudas sobre medidas de higiene y desinfección
El límite de aforo en los establecimientos, el contacto directo con los clientes o el tratamiento de las prendas, entre las principales novedades
Siete semanas después de que echaran la persiana por última vez, los locales y establecimientos que no tengan carácter de centro o parque comercial ... se preparan para su turno de desescalada, fijado para el 11 de mayo. Entre ellos figuran las tiendas de moda de la provincia, que llevan días poniendo a punto las medidas específicas que les permitan reanudar la actividad comercial ajustándose a todos los requisitos a los que obliga el llamado 'Plan de transición hacia la nueva normalidad'. Lo hacen entre la esperanza de minimizar los efectos que este cierre prolongado ha tenido en sus cuentas y las dudas. ¿Cómo organizar la entrada y salida de clientes teniendo en cuenta que el aforo estará limitado, en un principio, al 30% de la capacidad? ¿Cómo se materializará el contacto directo con ellos a partir de las nuevas medidas de protección? Y sobre todo, ¿cómo hacer para garantizar la desinfección de la ropa una vez probada sin que ese sistema de limpieza no termine por dañar la prenda?
Estas últimas condiciones aún no están concretadas en las medidas para la desescalada en comercios, pero los empresarios ya asumen que serán necesarias para poder funcionar. Una de ellas es Gemma Rojas, propietaria de la céntrica tienda de moda Thirty30, cuyo local ubicado en la calle Marín García de la capital abrirá sus puertas el próximo día 11. Lo hará ella sola, ya que a la única empleada que tenía le vencía el contrato el pasado 31 de marzo y lo ha tenido que rescindir por la falta absoluta de ingresos. Con respecto a las medidas, Rojas avanza que no cree que el aforo represente un problema mayor «ya que normalmente en este tipo de tiendas no hay aglomeraciones. Sí solía haber algo más ahora, en época de bodas y comuniones, pero como ahora están suspendidas...». Además, en su establecimiento de unos 40 metros cuadrados los probadores están separados más de dos metros.
Las dudas, como en el resto de los casos, están vinculadas con la desinfección de la ropa. Por eso la empresaria ya estudia la adquisición de una máquina de ozono cuyo precio aproximado ronda los mil euros: «Algunas marcas ya la están ofreciendo; ahora lo que se está mirando es la manera en que ese uso sobre la misma prenda no termine dañándola; porque lógicamente no es lo mismo pasarla una vez que veinte».
Sobre estas medidas concretas también lleva semanas trabajando Charanga, firma líder en moda infantil cuyos responsables confirman que una vez se levante la persiana en las 25 tiendas que tienen en la provincia se atenderá al público «con las garantías necesarias».
En los mismos términos se expresa Rafael González, gerente de la firma de calzados Gody, cuyas dudas están más relacionadas con la fecha de apertura «ya que no va a estar la calle al cien por cien». Con respecto a la higiene en los zapatos, González asegura que en el sector ya se utilizaban 'pinkies' de plástico desechables; pero que estudian medidas para asegurar la seguridad tanto en la atención al cliente como en el pago.
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