Teresa Porras: «Ahora, ¿quién me resarce de lo mucho que hemos sufrido mi familia y yo?»

La espada de Damocles pendía sobre los dos ediles populares, sobre todo cuando Ciudadanos rompía el pacto de investidura el pasado mes de febrero de 2019 a cuenta de que ni Porras ni Pomares dimitían, como les exigieron desde la oposición reiteradamente. De la Torre argumentaba que confiaba en sus concejales y los mantenía contra viento y marea, llegando incluso a incluirlos de nuevo en las listas para las municipales 2019, a sabiendas de que esta decisión podría explosionar sus puentes con la formación naranja en caso de que fuera necesaria para gobernar.

Se sobreseyó provisionalmente la causa para Teresa Porras, –en mayo de 2019, justo antes de los comicios a los que la edil concurría cuando el juez no apreció comisión de los delitos de prevaricación ni de tráfico de influencias. Siguió abierta para Pomares y Cardador. No obstante, el portavoz socialista Dani Pérez, junto a otros concejales de su grupo, recurrió el archivo de la causa de Porras, y anteayer, la Audiencia Provincial rechazaba el recurso de apelación presentado por el grupo municipal del PSOE contra el archivo provisional para la concejala de Cruz de Humilladero porque «no consta por las declaraciones ya practicadas (...) que la investigada diera una orden directa o indirecta a los técnicos de Disciplina Urbanística para que pararan los distintos expedientes que pudieran existir, máxime en un organismo donde el retraso en la tramitación de expedientes puede calificarse de descomunal».

De hecho, la Audiencia Provincial introduce la siguiente frase en su resolución, que podría estimarse como un tirón de orejas a los miembros del grupo municipal socialista: «Pese a que al recurrente parezca molestarle, en este caso sin tener a día de hoy indicio de participación de la apelada en el delito, no puede pretenderse precisamente en periodos electorales mantener la imputación de un concejal »por si de la revisión de los expedientes« surgiera algún indicio». El asunto para Pomares y Cardador también se archivó provisionalmente en diciembre, y el PSOE también lo recurrió a principios de este mes de enero.

Tras todo este historial, que se inició en febrero de 2019 cuando la Fiscalía abrió diligencias, Porras, cuyo caso está archivado definitivamente, quiere hacer la siguiente reflexión: «Ahora, ¿quién me resarce de lo que hemos sufrido mi familia y yo?», dice visiblemente emocionada. «¿Quién paga los daños colaterales que he sufrido, la pena de banquillo, que se dude de mi honestidad, que los señores Pérez y Zorrilla no hayan respetado mi presunción de inocencia, que es un derecho constitucional?», continuaba.

En esta línea, recordó los agitados plenos monográficos sobre este caso, y algunas mociones presentadas en las que se pedía su dimisión: «Yo por ética tenía que dimitir. Pero yo me pregunto, ahora que ya he pasado todo este sufrimiento: ¿Dónde está la ética de estos señores? Ellos me pedían que dimitiera fuera verdad o mentira, que por ética debía dimitir«.

Siguiendo con su argumentario, Porras explicaba que tanto «Pérez como Zorrilla han mentido para incriminarme a sabiendas de que no había nada, que todo esto era política porque estábamos en elecciones. Mi único papel en Villas del Arenal fue ayudar a los vecinos dentro de la legalidad, ya que yo estimaba que no se les había atendido correct amente».

Porras indica que tras todo lo que ha pasado se reserva el derecho a demandar a los que considere que han faltado a su derecho al honor y no han respetado su presunción de inocencia, «que se me ha negado de forma insistente». Y cuestiona que los medios no llamen a Dani Pérez cuando se archiva un caso, que él personalmente ha intentado reactivar de forma fallida.

La concejala de Fiestas asegura que ha tenido que aguantar insultos en medios de comunicación de sus contrincantes políticos «y no es la primera vez, sino la tercera vez que me pasa (se refiere a otros dos asuntos judiciales contra ella también archivados), y siempre está ahí la señora Medina (Begoña)», explica de la edil socialista en la Casona. «Podían haber fulminado mi carrera política, mi vida, que era lo que querían. Esto no se puede hacer con nadie; demuestra lo que son, malas personas».