Raúl Jiménez: Confesiones de un edil 'exiliado' en la Junta de Andalucía

Visto lo visto se podía haber ahorrado ser tan honesto porque acabándose el mandato municipal, Limasa sigue siendo lo mismo que era:una empresa mixta (publica y privada) después de que se haya mareado la perdiz con ríos de tinta y decenas de declaraciones comprometidas por el regidor con la municipalización que a estas alturas ocuparán el baúl de los recuerdos municipal, ese que está lleno de los 'podía haber sido, pero no fue'.

Volviendo al guiño del vecino, Pérez no decía otra cosa que «cualquier asunto que se plantease en el distrito, Carretera de Cádiz, acababa teniendo solución, que lo difícil era cuando empezaba a ser competencia de Urbanismo». Sí, esa Gerencia de Urbanismo mastodóntica, de la que estaría bien encontrar algún día a algún ciudadano 'no interesado' que hable maravillas sobre su gestión. Pero esta es otra cuestión.

No estaba Jiménez en la comisión de Medio Ambiente para escucharlo, y los políticos tienen la mala costumbre de no loarse unos a otros, así que porque hoy lo hacemos valer... si no se quedaría perdido en esa masa ingente de papel que son las actas de las comisiones, o que eran, porque ya son electrónicas.

Como las casualidades existen y los encuentros casuales, también, Jiménez, que ahora está 'exiliado' en la Junta, hace una valoración, a toro pasado, del por qué de su decisión. Lo hace de forma reposada: «Al final eran muchos, muchísimos años, 12 ya, haciendo lo mismo, y con mi edad también dan ganas de cambiar las cosas. Necesitaba una nueva ilusión, y en la Junta se sumaba mi ilusión con la ilusión de todos por hacerlo bien; de demostrar lo que podemos hacer».

Hoy dirige una empresa pública con 2.700 trabajadores y su encomienda, a él que es ingeniero de Telecomunicaciones, es facilitar la modernización de la agricultura. «Al final, lo importante es la gestión, que es lo que más me gusta, y en Derechos Sociales se gestiona bien poco la verdad. Del Ayuntamiento me llevo que aprendes de todo y a solventar problemas de forma rápida, buscar la solución y acabar contándolo. Ahora cuando quiero ser tan rápido en mi nueva tarea me miran extrañados, quiero mejorar los tiempos de respuesta».

Del trabajo como edil de un distrito como Carretera de Cádiz cuenta la verdad. «Mi disponibilidad era absoluta, total. Acosta de mi familia, de mis hijos, de todo. Desde comidas, inauguraciones, peñas, asociaciones, problemas puntuales de tal o cual vecino, y los fines de semana, más. La política era muy cercana, y seguramente la mejor forma de hacer política, pero tremendamente absorbente».

De su nueva tarea en Sevilla subraya que de lunes a viernes no tiene otra cosa más importante que trabajar, trabajar y trabajar, pero que ahora el fin de semana, por fin, se lo dedicará a su familia, que se queda en Málaga. Recordando cómo le ofrecieron el puesto, explicaba guasón que la consejera Carmen Crespo le llamó rozando las diez de la noche, cuando al día siguiente debía asumir el cambio. «Fue increíble, me hizo un 'Paco de la Torre', yo no pensé que para una cosa así me iban a llamar tan tarde;la verdad es que no me lo esperaba». Se reía.

La relación de Jiménez con sus compañeros de bancada solía estrecha y cercana. Y también con buena parte de los ediles de la oposición. No negaba el otro día la edil de IU-Málaga para la Gente, Remedios Ramos, que le echará de menos presidiendo las comisiones de Derechos Sociales;y a buen seguro que la edil socialista Begoña Medina ya lo hizo cuando le cambiaron de cartera, de Medio Ambiente a Derechos Sociales. De su cargo en la Junta decía en tono costumbrista:«La vida te pone aquí y allí, y sólo toca adaptarse». Lo dicho, que tenga éxito por el bien de todos.