«Es probable que descubramos vida fuera de la Tierra»
Alberto Castellón, presidente de la Sociedad Malagueña de Astronomía, no descarta que el ser humano llegue a ser «multiplanetario»
En los años setenta un grupo de astrónomos semiprofesionales decidió, de manera altruista, unir fuerzas para investigar sobre el vasto imperio que se levanta sobre ... nuestras cabezas. Así nació la Sociedad Malagueña de Astronomía (SMA). Ahora, cincuenta años después, es una de las asociaciones más activas de España en divulgación científica y formación. Participa en decenas de actividades, como la Semana de la Ciencia, la Noche de los Investigadores, el Día de los Asteroides o la Semana Mundial del Espacio. Organiza cursos formativos de iniciación a la astronomía, de montaje de telescopios o de fotometría, entre otros, además de tener activas distintas investigaciones centradas en dos campos principales: contaminación lumínica y meteoros.
El profesor y astrónomo Alberto Castellón preside esta sociedad, que cumple medio siglo. ¿Colonizarán los seres humanos otros planetas?, ¿moriremos alcanzados por un meteorito? ¿Hay vida más allá de nuestra atmósfera? Castellón da algunas respuestas y anuncia que pronto dejará la presidencia de la asociación. «Este año será el último. Mucho trabajo», refunfuña. Aunque, todo sea dicho, lleva cinco años diciendo lo mismo. La pasión pesa más que el cansancio.
—¿Hasta qué punto pueden convivir la religión y la ciencia?
—Yo no soy creyente, pero tengo compañeros que lo son y eso no les impide desarrollar su labor como científicos ni poner en entredicho sus creencias. De hecho, la teoría de expansión del universo se debe a un cosmólogo que era jesuita, George Lemaitre, un cura. Lemaitre le presentó su teoría a Einstein y este la recibió con bastante reticencia. Pero al final no tuvo más remedio que tragar, porque tenía razón. Los jesuitas siempre han tenido mucha tradición científica y eso no les ha impedido desarrollar su fe.
—¿Qué probabilidades hay de que exista vida inteligente fuera de la Tierra?
—¡Puf! Eso no se sabe. La paradoja de Fermi se llama eso. Hay una serie de factores que van multiplicando, y otros que van dividiendo. Por ejemplo: hay cien mil millones de galaxias, si cada galaxia tiene ocho o diez planetas el total es… y empiezas a multiplicar hasta obtener una barbaridad de planetas increíble. Pero después llegan los factores que dividen. De esos tropecientos mil planetas, ¿cuántos están a una distancia de la estrella que permita tener agua en estado líquido? ¿Cuántos orbitan alrededor de estrellas que no sean asesinas…? Y empiezas a dividir y a dividir. Y después, encima, entran en juego otros factores como cuál es la probabilidad de que esa civilización se autodestruya. A estas alturas ya empiezas a poner números a boleo y es imposible dar una cifra exacta. De todas maneras, el universo es tan enorme que la probabilidad de que coincidan dos civilizaciones al mismo tiempo que no se hayan autodestruido y que estén lo suficientemente cerca como para poder comunicarse es prácticamente imposible. Es posible que descubramos vida, pero no inteligente.
En 1974 se envió una transmisión a través del radiotelescopio de Arecibo, en Puerto Rico, en dirección al cúmulo globular M13. Ahí hay unas 400.000 estrellas, de las cuales muchas pueden tener planetas orbitando a su alrededor, lo que aumenta las probabilidades de que alguien recoja ese mensaje. Pero, claro, ese cúmulo está a 25.000 años luz de la Tierra. Si allí hay una civilización con sus antenas apuntando hacia la Tierra, recibe el mensaje y nos contesta, su respuesta tendría que viajar otros 25.000 años luz de vuelta para que nos llegue.
—Probablemente para entonces ya nos hayamos autodestruido nosotros…
—(Ríe). Por eso digo que la cosa está complicada.
—¿Y de que un meteorito impacte contra la Tierra?
—¡Oh, eso es mucho más probable! De hecho, puede haber impactos catastróficos cada treinta o cuarenta millones de años. A comienzos del siglo pasado, en 1908, hubo uno famosísimo, en Tunguska. Se supone que fue un cometa, porque no hay cráter propiamente dicho, lo que significa que pegó el reventón antes de llegar al suelo. Su explosión arrasó miles de kilómetros (2.150) de bosque. Porque cayó en un área despoblada, pero si llega a ser un poco más tarde según la rotación de la Tierra hubiese caído en San Petersburgo y ahora estaríamos hablando de una catástrofe terrible.
Actualmente se tiene a los cuerpos considerados como peligrosos vigilados por si es necesario desviar su trayectoria, pero la lista de cuerpos que hay que vigilar es tan extensa que los astrónomos profesionales no dan a basto, así que se acude a los amateurs. Aunque primero tienes que pasar un examen en el que envías medidas que tomas con tu propio equipo. Cuando esas medidas tienen cierta precisión entras en el club, lo que significa que eres persona de confianza.
—El universo esconde multitud de fenómenos, ¿cuál le parece más impresionante?
—Bueno, quitando el Big Bang (el nombre de 'Big Bang' se lo puso Fred Hoyle, uno de los principales detractores de la teoría. El astrónomo apodó así la teoría no con la intención de explicarla, sino de ridiculizarla), claro, los eclipses de sol son maravillosos. En España vamos a tener la oportunidad ahora durante tres años consecutivos de observar un eclipse solar. El trío ibérico se llama ya.
*Aclaración del redactor: España contará con tres eclipses seguidos, dos totales y uno lunar. El primero, el doce de agosto de 2026, entrará por el noroeste peninsular y saldrá por la costa de Valencia, Alicante y Tarragona. El segundo, también total, tendrá lugar el dos de agosto de 2027 y será observable desde Málaga. Por último, el eclipse lunar del 26 de enero de 2028, también será observable desde Málaga.
Las lluvias de estrellas copiosas son también un fenómeno bellísimo. Las perseidas tienen mucha fama aquí, pero las lluvias más bonitas del año son las gemínidas, a comienzos de diciembre. Y, claro, no es lo mismo observar las estrellas un 12 de agosto al fresco en el campo que una noche del 12 de diciembre con un frío tremendo, pero con una lluvia que se disfruta más que la de agosto. Las perseidas son muy rápidas, van a cincuenta y cinco kilómetros por segundo, mientras que las gemínidas van a veinticinco kilómetros por segundo, lo que permite apreciar el fenómeno mucho mejor.
—¿Hasta dónde abarca el universo conocido?
—El horizonte de suceso está en los catorce mil millones de años en los que está fijado el universo. Es decir, si el universo tiene catorce mil millones de años, nosotros solo podremos ver aquello que esté, como máximo, a esa distancia en años luz, porque del resto, si es que hay, aún no nos ha llegado la luz. A lo mejor el universo es infinito, pero no podemos saberlo porque no nos ha llegado la luz.
—Y si el universo no es infinito, ¿luego qué?
—Eso es entrar de lleno en el terreno de las conjeturas. La última que yo leí es que nuestro universo es un agujero negro dentro de otro universo. Pero eso son teorías imposibles de demostrar, lo cual da libertad a uno a ficcionar y especular lo que uno quiera con ellas.
—Hablando de ficción, ¿qué películas no podría perderse un amante de la astronomía?
—Ah, la obra maestra del cine de ficción, y del cine sin adjetivos: '2001, una odisea en el espacio'. Como la mayoría de las obras de Kubrick. La película, por cierto, fue antes que la novela.
—¿Y si hablamos de cine fiel al universo?
—Bueno, la de Kubrick entremezcla fundamentos científicos con ficción. Cuando salen de la nave no se oye nada, no cae en ese fallo que cometen muchos directores. 'Interstellar' también es muy buena. Para realizarla se asesoraron con un astrofísico. Otra que también está muy bien hecha es 'Gravity'. Tiene muy poquitas fallas científicas, aunque tiene alguna. Por ejemplo, los fragmentos que destruyen (no diremos qué para quien no la haya visto) no podría ser, ya que según las leyes de Kepler, si dos objetos comparten órbita van a la misma velocidad.
—¿Cuántas de las estrellas que salpican nuestro cielo siguen vivas?
—La gran mayoría. Hay estrellas que están, por ejemplo, a tres mil años luz y según la teoría, podemos saber si sigue viva o no. Hubo una supernova (SN 1054), que se visualizó varias veces en distintos años. Se vio a través de una lente gravitatoria, siendo su primera visualización en 2011. Y, diez años después, se vio la misma supernova pero en otro sitio. La lente gravitatoria desvía la luz de la galaxia donde se produjo la supernova. Eso permitió calcular que, al próximo año, podríamos volver a verla desde otro punto. Y así fue.
—Se puede decir que vimos y predecimos el pasado tres veces.
—Así es.
—¿El universo tiene fecha de caducidad?
—Sí, hay varias formas de que el universo se acabe. Una de ellas sería el proceso de desintegración del protón. Yo no sé cuánto dura el proceso, pero vaya, una 'pimporrá' de millones de años. Las mismas partículas, más tarde o más temprano, terminarán desintegrándose. Otra sería la muerte termodinámica, fruto de la misma inflación si es que existe. Esa continua expansión haría que, al final, quedase todo suelto.
—En 2012 una empresa privada, Mars One, anunció que enviaría humanos sin retorno a Marte. Una idea que acabó en quiebra en 2019. ¿Cree que el ser humano conseguirá ser una especie multiplanetaria?
—Sí, seguramente. Esa es una de las posibilidades de supervivencia. Aunque no creo que viva para verlo.
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