Paraíso confuciano
Decía Confucio que su máxima aspiración en la vida era poseer una casa llena de libros y un jardín lleno de flores. Confucio sería feliz, ... pues, en la biblioteca pública Manuel Altolaguirre de la calle Calatrava: proyectada por el estudio Castroferro arquitectos, resulta difícil discernir si se trata de un jardín con libros o de una sala de lectura ajardinada. Puede que sea ambas cosas: en ella, el volumen construido se repliega sobre un recinto interior abierto y arbolado que es percibido por los lectores como una prolongación del espacio en el que se encuentran. La biblioteca, eso sí, es casi un secreto para iniciados, aunque usuarios no le faltan; se ubica en un dédalo de callejuelas al margen de las principales vías del barrio de la Cruz de Humilladero y, con su altura reducida, pasa desapercibida entre las edificaciones populares que la arropan.
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