Málaga reconoce el periodismo local con la Medalla de la Ciudad a la Asociación de la Prensa

El Salón de Plenos del Ayuntamiento ha sido esta tarde noche un escenario de lujo en el que los periodistas se han erigido en protagonistas, por primera vez en mucho tiempo, frente al habitual papel fundamental de los políticos en comisiones y otros órganos de gobierno municipales. El alcalde, Francisco de la Torre, ha entregado la Medalla de la Ciudad a la presidenta de la Asociación de la Prensa de Málaga, Elena Blanco, en un emotivo acto en el que no sólo han pesado los 120 años de historia de la entidad, fundada en 1905, sino también el papel que juegan los medios de comunicación locales y sus periodistas en el acontecer al haberse convertido en testigos indispensables del avance de la urbe en el siglo XXI.

El expediente fue iniciado por Luciano González Osorio, creador del primer gabinete de prensa en el Consistorio y ha contado con el aliento académico del catedrático de Periodismo de la UMA Juan Antonio García Galindo. En los discursos de los portavoces municipales, así como del alcalde y la propia Elena Blanco han vuelto a escucharse nombres históricos como el del primer presidente de los periodistas ya en democracia, Andrés García Maldonado, de su sucesor, Rafael Salas, de los Socios de Honor Manuel Castillo Casermeiro y Guillermo Jiménez Smerdou, de María Teresa Campos y aquella Radio Juventud que contó la Transición en la ciudad, o de Joaquín Marín y Rafael de Loma, de Salvador González Anaya o de nombres que se fueron como Manuel Becerra, periodista de Sur, y tantos otros. Al acto han acudido, entre otros muchos, el subdelegado del Gobierno, Javier Salas, la decana de la Facultad de Ciencias de la Comunicación, Bella Palomo, así como el director de Sur, Manuel Castillo, entre otros responsables de medios escritos, radios y televisiones de la ciudad y numerosos periodistas.

El alcalde ha indicado que los periodistas eran hoy «protagonistas y homenajeados», ha recordado que la Constitución ampara «la libertad de expresión y garantiza la libertad de prensa» desde 1978 y ha deseado caminar hacia una sociedad donde se valore más el trabajo de los medios, después de la crisis desatada por lo digital, en la que se busquen «la verdad y la opinión». Ha definido a los periodistas como «compañeros de este avance en las libertades en España» y recorrió la historia del periodismo malagueño con La Unión Mercantil y El Imparcial, que surgen de la «etapa brillante del XIX» en la ciudad, en la que en 1905 nació la Asociación de la Prensa, creada por un puñado de periodistas que buscaban «lo mejor para Málaga». Ha tenido palabras para resaltar el periodismo hecho durante la Transición y para recordar a Julián Sesmero y Joaquín Marín y otros periodistas capitales en aquellos años como Teresa Campos. «Que siempre desde la libertad, sigáis siendo los defensores de los valores cívicos», ha dicho, para exigir: «Honremos a los periodistas de estos 120 años».

Blanco, por su parte, ha recordado al primer presidente de la Asociación de la Prensa, Enrique Pérez Lirio, y ha pedido poner en el periodismo «toda el alma del alma», como este dijo en el tercer centenario de la publicación del Quijote. «La ciudad no sería la misma sin sus medios de comunicación ni sus periodistas», ha dicho, para recordar los 120 años de defensa del «periodismo local» que ha ejercido el colectivo, siempre con ética y «vocación de servicio a la comunidad». «El periodismo local representa un papel insustituible en el entramado local», ha indicado, para recalcar: «Los medios locales son espacios de debate» y «fiscalizadores del poder», además de que la cercanía otorga al periodista «gran credibilidad».

«Somos sociedad civil y, como tal, queremos profundizar en la democracia. La Asociación de la Prensa ha jugado un papel fundamental en la promoción de la libertad de expresión», ha recalcado, para recordar a otros socios de honor como el alcalde Pedro Aparicio, a Suceso Luengo, la primera periodista asociada, o a Narciso Díaz de Escovar, esencial para la memoria de la ciudad e ilustre miembro fundacional de la entidad en 1905.

Ha recordado los difíciles momentos de la Guerra Civil y la dictadura, y la participación de los periodistas en el Baile de la Prensa del Cervantes y el Miramar y los juegos florales; la complicada supervivencia gracias al Montepío de la asociación y La Hoja del Lunes, así como el ejemplo de «periodismo riguroso, siempre velando por los intereses de Málaga y su provincia».

Un sonoro y largo aplauso ha seguido a la entrega de la Medalla de la Ciudad del alcalde a Elena Blanco, pero antes la instructora del expediente, la teniente de alcalde Elisa Pérez de Siles, ha destacado la honestidad de los periodistas y ha precisado que estos son testigos del acontecer de la ciudad a través de los años, para destacar la «vocación artesanal» del oficio y el papel de los plumillas de la Transición que poco después empujaron para llegase la universidad pública.

La concejala de Urbanismo, Carmen Casero, ha actuado como portavoz del PP en el discurso y ha recordado la incorporación de la mujer a los periódicos, donde también «hay techos de cristal» y ha pedido que no se señale a «periodistas acreditados» que son «incómodos para un partido», trayendo la política nacional al Salón de Plenos, aunque antes el portavoz del PSOE, Daniel Pérez, habló de bulos en la era de «la postverdad». Ha recordado la labor de periodistas durante la dictadura para luego «participar en la construcción de los medios libres». «Queríamos poner en valor vuestro trabajo: el de una prensa fuerte y ética que hace mejor a nuestra ciudad», ha dicho. Ha citado Pérez a Manuel Alcántara, quien personificó el «periodismo humanista».

El portavoz municipal de Vox, Antonio Alcázar, ha felicitado a la asociación por la defensa de un periodismo «plural, libre, ético y humano», mientras que por el grupo Con Málaga ha tomado la palabra Nicolás Sguiglia, quien ha ensalzado, en la línea del alcalde y Elena Blanco, el periodismo y el fotoperiodismo locales, «el que recoge las historias del barrio».

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