Málaga vuelve a permitir el llenado de piscinas, duchas en playas y el riego de jardines

En el Sistema Guadalhorce-Limonero, en Málaga capital, el indicar se encuentra en situación de escasez moderada. Es más, los números se acercan a la normalidad. Se establece ahora una dotación máxima de hasta 225 litros por habitante y día para Emasa, a quien se le insta a tirar de los pozos de Aljaima y Fahala y del fluyente del Guadalhorce (mínimo 1 hm3 mensual, lo que viene a ser un cuarto del consumo). En el uso agrario, se establecen riegos por un volumen de 30 hm3. El año pasado apenas fueron 9.

El embalse del Guadalteba supera los 82 hectómetros cúbicos, el Conde de Guadalhorce va camino de los 65. El Guadalhorce ronda los 61 y los dos defensivos, Casasola y Limonero, bordean los 16 y 14 respectivamente. Se acercan por lo tanto a los 238 hm3 almacenados, muy por encima de los 71,4 que marcaban en otro tiempo el umbral de sequía grave.

Por ello, el Ayuntamiento de Málaga, a través del Área de Sostenibilidad Medioambiental, ha levantado las restricciones al uso de agua potable que seguían activas en la ciudad por la sequía. La situación ahora es de prealerta.

De este modo, pierden vigencia las limitaciones de uso contempladas en el Decreto 178/2021 y recogidas en el bando municipal del 16 de noviembre de 2023, que prohibían la utilización de los recursos hídricos aptos para el consumo humano para baldeo de calles; llenado de piscinas privadas; riego de jardines, parques públicos o privados y campos de golf; lavado de coches fuera de los establecimientos autorizados; fuentes ornamentales que no dispongan de circuito cerrado de agua, así como de duchas y surtidores públicos. Tal y como se indicaba en el citado bando, estas disposiciones serían de aplicación en tanto estuviera vigente la situación de excepcional sequía con escasez severa.

En este sentido, cabe recordar el bando dictado por el alcalde, Francisco de la Torre, el 29 de enero de 2025 que, ante la mejora de la situación hidrológica y tras la resolución favorable de la Junta de Andalucía, establecía una serie de excepciones a esas medidas de ahorro de agua potable implantadas por la sequía y que permitieron la puesta en funcionamiento de las 329 fuentes de beber que hay distribuidas por la ciudad, el riego de supervivencia de zonas verdes públicas y privadas un día a la semana o el rellenado de piscinas, entre otras.

Ahora, el resto de limitaciones también decae. Así, el Área de Playas tiene previsto activar las duchas de las playas a partir del próximo 15 de junio coincidiendo con el inicio de la temporada alta. En este sentido, cabe recordar que los lavapiés están operativos desde la Semana Santa.

El levantamiento de estas restricciones queda condicionado a que se siga cumpliendo la dotación máxima de 225 litros por habitante y día acordada por la Comisión para la Gestión de la Sequía en las Cuencas Mediterráneas Andaluzas en la reunión del pasado 25 de marzo. Sobre este aspecto, la realidad es que las medidas adoptadas por el Ayuntamiento en los últimos dos años para reducir el uso de agua potable, junto a la colaboración ciudadana, ha permitido que el uso urbano en Málaga se sitúe en una media de 169 litros por habitante y día.

Pese a la mejora de la situación hidrológica, desde el Consistorio se insta a la ciudadanía, organismos, empresas y demás colectivos sociales a llevar a cabo un uso racional, responsable y solidario de un bien tan escaso.