Los MIR de Málaga se suman a la marea de «indignación» por el cambio radical en el sistema de adjudicación de plazas

Hasta allí acudirán desde Málaga los cerca de 200 titulados en Medicina (150 graduados en la Universidad de Málaga el pasado curso, más los que han vuelto a presentarse por segunda vez) que aprobaron el pasado 27 de marzo el examen y están pendientes de la asignación de una plaza de residente en el Sistema Nacional de Salud.

El proceso será telemático. No es de su agrado, pero reconocen que es algo que esperaban después de que el pasado año así lo determinase también el ministerio, aunque, tras un recurso judicial, finalmente se celebró un modelo mixto (presencial y 'on line'). Aun así no entienden cómo han permitido a 14.425 opositores de toda España presentarse este año al examen MIR con mascarilla y distancia de seguridad y ahora eso no sea lo suficientemente seguro para elegir su plaza.

Ellos siguen defendiendo la adjudicación presencial, la que se ha hecho todos los años en el Ministerio de Sanidad con asistencia de todos los candidatos, como la más justa. Esa opción, por ahora descartada, permitía a estos titulados en Medicina ir eligiendo plaza por orden de la puntuación que habían obtenido en el examen MIR, de forma que el resto de aspirantes veía en tiempo real los puestos que se ocupaban y los que se quedaban vacantes. Un proceso que podía alargarse diez días y que les permitía saltar el turno de elección para adaptar su opción a sus circunstancias personales, como coincidir con la pareja.

Pero el sistema ahora planteado por el Gobierno los tiene desconcertados, pero sobre todo muy cabreados. Admiten que les ha pillado con el pie cambiado y que cuando conocieron la decisión del Ministerio de Sanidad pensaron que era una «broma». Así lo asegura Andrea López, graduada en Medicina en la Universidad de Málaga (UMA), que ha obtenido una de las mejores notas de España al quedar en el puesto 65. «Con este nuevo sistema perdemos transparencia, porque no nos permite ver en directo lo que cada uno elige en cada momento y adaptar nuestras preferencias a lo que va quedando libre», subraya López.

Ella es una de las tituladas que ha logrado una de las 7.989 plazas MIR (de ellas, 1.587 en Andalucía) que había en juego en esta convocatoria y que ahora, de acuerdo al nuevo sistema, tendrá que hacer una lista con sus opciones de destino, hospital, preferencia y especialidad, tantas como el número de orden en el que haya quedado. «En mi caso, no será tan complicado al haber quedado en un puesto 65, pero el que haya sacado el 6.900, por ejemplo, deberá marcar 6.900 opciones diferentes y eso además de inhumano es inviable», denuncia López.

Todos ellos tendrán que subir esos listados de preferencias a una plataforma del Ministerio de Sanidad entre el 26 de mayo y el 16 de junio. Este mismo método se aplicará a los graduados en Física, Psicología, Farmacia y el resto de formación sanitaria especializada. En total, 10.000 plazas, que una aplicación informática asignará a todos los MIR un día concreto, fijado para el 17 de junio, después de cruzar todos los datos.

Otro de los grandes problemas que acusa el nuevo sistema, «es la imposibilidad de corregir una opción una vez entregada la lista de preferencias. No nos deja margen de maniobra. Más que una elección es una asignación de plaza», denuncia Santi López, graduado en Medicina el pasado curso en la UMA, que ya vaticina el gran número de vacantes que quedarán sin ocupar. «Puede que a muchos les asignen una plaza que finalmente rechazarán por haberla seleccionado sin interesarle, cuando con el método anterior tenían la posibilidad de escoger alguna especialidad o destino que quedara libre y que, aunque no estuviera en sus planes iniciales cogerlo, podía ser el que más se ajustase a sus preferencias. Ahora eso es inviable y llevará a otros muchos a tener que presentarse de nuevo al examen MIR para optar a lo que realmente quieren hacer», sentencia este afectado por el nuevo sistema.

Por su parte, el Foro de la Profesión Médica Española (FPME) ha pedido que se retire este sistema «que presenta, entre otras dificultades, la de clasificar cientos o miles de plazas por hospital y especialidad y el no poder ajustar las prioridades a las plazas disponibles. Además, se hace totalmente imposible permitir elecciones consensuadas entre personas que deseen realizar la residencia en un mismo centro o ciudad, además de que requiere conocer la mayoría de centros de manera previa a la selección, lo que es prácticamente imposible, devaluando por completo el esfuerzo que ha supuesto realizar el examen MIR».

Este foro lo integran el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), la Federación de Asociaciones Científico Médicas de España (FACME), la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina (CNDFME) y el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM).

Por su parte, el Ministerio de Sanidad ha elaborado una guía con la que responder a las dudas de los candidatos a optar a una plaza MIR. Según el departamento, el modelo es electrónico «porque así se dispuso en la Orden de Convocatoria, de acuerdo con la Ley 44/2003, de 21 de noviembre, de ordenación de las profesiones sanitarias». «Se trata de un procedimiento seguro, transparente, trazable y más ágil y eficiente», aseguran.

El Boletín Oficial del Estado todavía no ha publicado este nuevo método de elección telemático, por lo que los opositores confían en un cambio de rumbo. Este mismo jueves, hay una reunión entre la Asociación MIR España y el Ministerio de Sanidad, donde esperan que se llegue a un acuerdo antes de tener que recurrir a la vía judicial.

En paralelo, los afectados están presentando recursos de alzada, un procedimiento administrativo con el fin de tratar de paralizar el proceso.

Precisamente, la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Supremo dictó este lunes una sentencia en la que respalda la elección presencial-telemática de plazas de Formación Sanitaria Especializada relativas al año 2020 y en contra de una elección totalmente telemática.

Los magistrados del Supremo concluyen que «al eliminar el sistema de comparecencia personal que sí hacía factible el ejercicio de la facultad de 'retrasar turno' garantizado en la convocatoria, se vulneró injustificadamente la vinculación a las bases de la convocatoria, que opera tanto para la Administración como para los participantes».

La anulación ha salido adelante a pesar de tener en contra a dos jueces que consideran que la elección presencial «no es un derecho». Los magistrados han emitido un voto particular en el que se desmarcan de la sentencia, alegando que la opción telemática «estaba justificada» por las restricciones de la pandemia.