Málaga alza la voz por una educación inclusiva: «¡Ya basta de dirigir la mirada hacia los niños!»

Desde las primeras horas de la mañana, la plaza se fue llenando de asistentes que compartían una misma indignación: la falta de apoyo especializado en los colegios. «Estamos peleando por lo que nuestros hijos necesitan y merecen», decía Bautista. Para ella, la situación es insostenible: «Se están reduciendo horas de atención especializada, y eso no es suficiente para que los niños logren sus objetivos académicos ni para su autonomía personal», relataba.

La protesta tuvo un momento central con la lectura de un manifiesto que hizo eco de las reclamaciones que se han venido intensificando en los últimos meses: aumentar el número de profesionales de Audición y Lenguaje (AL), Pedagogía Terapéutica (PT) y personal técnico de integración social (PTIS). Los participantes también denunciaron la redistribución arbitraria de los especialistas entre los colegios, lo que está llevando a una disminución en la atención personalizada a los estudiantes que más la necesitan.

«Cada vez hay más alumnos con necesidades específicas y menos recursos para atenderlos», afirmó Gema Fuentes, maestra de un centro en Torremolinos. Según explicó, los profesionales deben dividir su tiempo entre distintos centros, reduciendo drásticamente las horas de atención. «La realidad es que los minutos estipulados no alcanzan. Estamos viendo cómo las familias sufren esta situación tanto como nosotros, los docentes».

Nacho Contel, presidente del AMPA del CEIP Palma de Mallorca, también de Torremolinos, denunció la precariedad de los recursos destinados a la inclusión. Según explicó, su centro perdió recientemente a tres profesionales, incluyendo a una trabajadora de PT cuya jornada completa se ha visto reducida. «Los alumnos que más necesitan apoyo son siempre los más perjudicados. Si hablamos de educación inclusiva y en igualdad, lo que tenemos es una falacia», declaró con firmeza.

Contel señaló además que la falta de transparencia por parte de las administraciones dificulta aún más la posibilidad de exigir soluciones. «No hay una ratio establecida ni un mínimo de horas de atención por alumno. Están jugando con la desinformación, y eso nos deja a las AMPAs y a los docentes completamente desamparados».

Esta concentración, respaldada por asociaciones como Down Contigo y Despertando Dones, y con el apoyo de formaciones políticas y sindicatos, supone un punto de inflexión para el movimiento. Según Contel, «es la primera vez que tantas AMPAs se organizan colectivamente en toda la provincia para defender los derechos de nuestros hijos e hijas. Esto no acaba aquí; es solo el principio».

Entre los asistentes, el sentimiento era de unidad y fuerza. «Nos llamaban madres histéricas, pero aquí estamos, con cientos de personas detrás. Y cada vez seremos más», afirmó Bautista con orgullo. La protesta concluyó con una emocionante canción, creada especialmente para la ocasión, cuya letra resonó en toda la plaza como un grito común de esperanza y resistencia.

«Levantemos los globos por la inclusión», se escuchó al final de la concentración, mientras los asistentes alzaban los colores que simbolizan su lucha. Los cánticos de «Educación pública y de calidad» y «Moreno Bonilla, aumenta la plantilla», en referencia acompañaron la clausura del acto, dejando claro que este movimiento no se detendrá hasta lograr cambios reales.