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Imagen del Real de Cortijo de Torres. Ñito Salas
Análisis

Luces y sombras de la Feria de Málaga

La eliminación del botellón en el Centro es el gran acierto de 2025, pero hay muchos retos. Los protagonistas coinciden en que la Semana Grande está en un periodo de redefinición que pasa por la recuperación de la identidad malagueña en el real y, sobre todo, en el casco antiguo

Domingo, 31 de agosto 2025, 00:21

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«Una feria en desarrollo». ¿Cómo es posible que nuestra Semana Grande, que hunde sus raíces en la conquista de la ciudad por los Reyes ... Católicos, se encuentre aún en pleno proceso de redefinición? La frase es del presidente de los hosteleros malagueños (Mahos), Javier Frutos, y se refiere a la Feria del Centro, que tras haberse convertido durante muchos años en un escenario de descamisados, comas etílicos y desenfreno, con la eliminación del botellón ahora recorre el camino inverso y vuelve a su esencia, la que generó el caldo de cultivo para que naciera en los ochenta como una fiesta amable de comerciantes, farolillos, familias y pandas de verdiales. «Hay que apostar por la identidad malagueña», dice Frutos en relación a este escenario ferial (y también al real). Hay luces y sombras en la edición de la Feria de Málaga de 2025, como en todo. La conversación pública malagueña es exigente, consigo misma y con sus festejos y el debate está servido. Pero queda claro que es una fiesta en transición.

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