Los días son extraños. Pero, mientras que parece que no pasa nada, hay un movimiento trasero y todo podría estar cuajándose. Llegaba el portavoz en ... funciones de Ciudadanos y edil electo, Juan Cassá, a la Casona, y subía con mucha prisa al todavía grupo de IU-Málaga para la Gente, donde se reunía con Eduardo Zorrilla, edil electo al ser cabeza de cartel por Adelante Málaga (Podemos e IU). A las 12.20 salía por la puerta, momento en el que justamente entraba también en el grupo el todavía portavoz socialista Dani Pérez.
Antes, esta sección le inquiría a Pérez: ¿Es cierto que va a pedirle al alcalde más técnicos para su grupo? Él contestaba: «No voy a pedir nada aún, porque el alcalde puedo ser yo».
Tras esto, sólo quedaba preguntarle a Cassá qué había hablado con Zorrilla, a lo que éste contestaba: «Yo me llevo muy bien con Eduardo y somos capaces de llegar a acuerdos».
Como no quería foto bajo ningún concepto, Cassá salió rápidamente del grupo de IU-Málaga para la Gente, tras lo cual se reunían Zorrilla y Pérez. Éstos últimos estuvieron más rato juntos y al salir el socialista lo hizo raudo y veloz con la excusa de que tenía prisa. «No quiero hacer declaraciones», afirmó.
Así que está claro que algo se cuece en la izquierda: Cassá se ha reunido con Zorrilla en uno de los pocos ratos en los que ha estado en el Ayuntamiento. Con el alcalde en funciones Francisco de la Torre, sin embargo, no hubo manera de hacerle una foto la semana pasada en el pleno de cierre del mandato, en el que se aprobaron los festivos de Málaga y las actas plenarias pasadas.
Así que mientras que en el PP no dicen nada de forma oficial, ni en Ciudadanos, de las reuniones que podrían estar teniendo, o no, para cerrar un pacto de gobierno en Málaga, tenemos a Cassá reuniéndose con el ala izquierda, y esto empieza a coger unos tintes que ni 'House of cards'. Sólo se trata de contar para llegar a una conclusión. PSOE (12), más Adelante Málaga (3) más Juan Cassá, suman 16, la mayoría absoluta para gobernar. Y en el caso de que se uniera todo el grupo naranja, es decir, un edil más, Noelia Losada, serían 17. Pero solo Cassá podría decidir, sin su partido, los designios del nuevo gobierno de la ciudad en el caso de que decidiera pactar con la izquierda. Para ir con el PP, que son 14, debe sumar todo el grupo de Ciudadanos (2).
Entre bambalinas, en los pasillos, se habla de que el líder naranja ya no es tan líder desde que su partido le cuestionó para ir en las listas, y le han vuelto a poner en entredicho por sus declaraciones en la noche electoral cuando éste afirmó que habría un cortafuegos para negociar con el PP si no dimitía el edil investigado en el caso de Villas del Arenal, actualmente Francisco Pomares, ya que el asunto para Teresa Porras se archivó. Para colmo, el parlamentario andaluz naranja Carlos Hernández White dejó a Cassá en mal lugar cuando aseguró que el pacto que regía para los políticos investigados por corrupción era el andaluz, con la 'imputación formal', y no el de investidura que Cassá firmó en su día con De la Torre. Además, Hernández White no le reafirmó como portavoz de Cs en el Ayuntamiento. Para Cassá sería un trago sentarse en la junta de gobierno local con Pomares y Porras, con los que no se saluda por los pasillos. Para la edil de Fiestas, que Cassá rompiera con ellos por el caso de Villas del Arenal fue una traición por la excelente relación que habían tenido ambos. El asunto está tan al rojo vivo que quema. O explota.
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