El Gobierno central demolerá el antiguo cuartel de Capuchinos de Málaga

La administración central justifica esta decisión en el «deficiente estado de conservación en el que se encuentran las distintas edificaciones del complejo, algunas en estado casi ruinoso, además de la pérdida de funcionalidad y habitabilidad de la instalación para el uso que tenía».

«Las principales causas de patologías detectadas consisten principalmente en defectos de estanqueidad, provocada por un mal estado de las cubiertas y de la carpintería del edificio, generando filtraciones de agua de forma generalizada en el interior. Este hecho ha dado lugar a importantes alteraciones de los materiales y sistemas constructivos, tales como: degradación de los elementos que componen los muros portantes, abombamiento de solerías, desplomes de falsos techos, pudrición de elementos de madera, corrosión de elementos metálicos, fisuraciones, etc.», señala el proyecto de demolición.

La decisión del derribo del antiguo cuartel, que no cuenta con protección arquitectónica, contrasta con un informe que la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento remitió al Cuerpo Nacional de Policía en febrero de 2016. En ese informe se señalaba que las patologías que presenta el antiguo cuartel eran tratables y subsanables, y que convenía acometer reparaciones a la mayor brevedad posible para evitar que el deterioro siguiera avanzando y requiriera de una actuación de mayor calado.

Sin embargo, esa reparación nunca llegó y el edificio ya va camino de ser un enorme solar junto a la parroquia de la Divina Pastora y Santa Teresa de Jesús, el antiguo convento de los capuchinos en Málaga. Este espacio está calificado actualmente como equipamiento en el Plan General de Ordenación Urbanística para destinarlo a un servicio de interés público y social.