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Unas prácticas de empresa en Italia, Lituania y Alemania han cambiado la vida de treinta jóvenes malagueños desempleados. La mitad ha vuelto a Málaga con ... un puesto de trabajo y el resto ha retomado sus estudios o está en búsqueda activa de empleo. Esta iniciativa, 'CEO-Y', es pionera en la capital y se ha puesto en marcha a través de la Asociación Arrabal-AID con la cofinanciación de la Unión Europea y la European Social Fund Agency en el marco de la convocatoria Alma, de la Junta de Andalucía. Sesiones de preparación previa, setenta días de prácticas y una fase de acompañamiento en el regreso de los jóvenes han marcado el éxito de esta primera convocatoria, que se marcó como objetivo «contribuir a identificar objetivos profesionales, ofrecer nuevas experiencias y reforzar sus competencias».
Uno de los casos de éxito de este programa es el de Adriana Tejón, joven de 23 años que, tras su estancia de tres meses en Lituania con prácticas de Diseño de Interiores y Diseño Gráfico, ha vuelto a Málaga con un contrato. Ella tenía los estudios de Formación Profesional de Proyecto y Dirección de Obra en la Escuela de Arte de San Telmo y estaba en situación de desempleo: «Me comentaron que iban a lanzar esta convocatoria y me apunté. Cuando volví a Málaga me ofrecieron otras prácticas en una empresa de aquí y desde octubre tengo contrato con ellos. Estoy muy contenta con esta oportunidad», asegura la joven.
La convocatoria estaba dirigida a personas desempleadas entre 18 y 29 años y ha durado un total de 18 meses de intervención social con todos los gastos cubiertos para los participantes. «Unos meses antes hicimos sesiones semanales de cocina, aspectos culturales de cada destino, clases de idiomas… Una preparación previa para que el cambio de destino no fuese tan brusco, ya que muchos de ellos no habían vivido fuera de casa durante tanto tiempo. Entre los participantes teníamos a personas en riesgo de exclusión social y algunos casos de violencia de genero», detalla una de las técnicas del programa, Irene García, que acompañó a los participantes en su estancia junto a otros de los profesionales de Arrabal-AID, Juan Pedro Barrero.
Entre los datos que la asociación desvela en el balance de resultados destacan que casi un centenar de jóvenes mostraron su interés por participar en esta propuesta, que está a la espera de poder realizar nuevas convocatorias próximamente. De los 30 participantes, el 33% tenía estudios de Formación Profesional; el 27% hasta Bachillerato; el 23% había completado hasta la ESO y el 17% restante tenía estudios universitarios. En cuanto a los casos de éxito, un 53% de los participantes ha conseguido empleo en su regreso a Málaga, mientras que un 36% ha optado por retomar sus estudios y un 11% sigue en búsqueda activa de empleo con el apoyo y recursos de la Arrabal-AID.
Desde el área Internacional de la asociación, Juan de Lucas, valora el secreto «de un éxito que comienza con la preparación previa con cada grupo, el seguimiento técnico durante su estancia y el acompañamiento integral que se ofrece en el regreso a Málaga». También la consejera de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo de la Junta de Andalucía, Rocío Blanco, destaca de este programa «las nuevas oportunidades, el apoyo y el acceso a empleos dignos». Además, explica que próximamente la Consejería de Empleo convocará el programa Alma Jóvenes, que tendrá la misma naturaleza que este impulsado por Arrabal-AID y que beneficiará a 150 jóvenes andaluces en situación de desventaja social.
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