Dos años de Recreo, la fiesta «sin etiquetas» que triunfa en Málaga

La diversión es un deseo misterioso. Lo que para algunos trae este anhelo a la vida, para otros es su funeral. Hay quien evoca la diversión a través de la lectura de un libro, otros con un vino y una charla y otros con tostar la piel al sol o dormir sin despertador. Sin embargo, desde hace un par de años, muchas de estas personas, que parecían separadas al nacer por el aburrimiento y el placer, encuentran la catarsis de la diversión en un mismo lugar: Recreo, una fiesta libre de etiquetas que pretende abrazar por igual a la corbata, a la boina, al estilo oversized o el más tradicional, a los colores vivos y apagados. Un punto de encuentro sin etiquetas concebido como un templo al baile y el disfrute que, tras más de cincuenta fiestas con 'sold out' en todas ellas, se afianza como uno de los eventos nocturnos más importantes de Málaga en el panorama del ocio actual.

«Nuestro objetivo desde un principio es crear un ambiente que sea distinto y al mismo tiempo tolerante, abierto, disruptivo e innovador», aclara Jaime Ojeda, quien además de organizar la fiesta es dj (La Vida de Jaime) y pincha en la misma. Un concepto que ha calado con fuerza en la provincia y que ahora, tras organizar algún que otro Recreo fuera de las fronteras de Málaga, pretenden extrapolar a otras ciudades andaluzas. Tal es el crecimiento que los socios no tuvieron más remedio que abandonar la sala True Club que vio nacer a la fiesta, con un aforo para 300 personas, para trasladarse a Studio Club, también en Torremolinos y con un aforo de 1.500 personas.

Para su segundo aniversario Recreo cerró cartel con artistas de calado y proyección como Rodama, Rjaymusiq, Batanero, el propio Jaime Ojeda (La Vida de Jaime) y, recién llegado de la otra punta del charco, Jarreau Vandal coronando. Vandal es un capricho y logro a partes iguales para Ojeda. «Es el artista que me lanzó a comprarme una mesa de dj y comenzar a probar con esto». Mientras Ojeda ejercía de periodista en el norte de Europa se topó con un vídeo del dj neerlandés. A partir de ese momento comenzó a florecer en su interior el gusanillo, la electricidad de la música. El resto es la historia de un libro que se sigue escribiendo día tras día.

Tal ha sido el éxito de este segundo aniversario que, si bien las puertas al templo de la música y el baile se abrían a las doce, para las dos y media de la mañana, aún seguía quedando una buena cola en la puerta esperando para entrar. Una vez dentro, una acústica cuidada y un ambiente vibrante, casi fogoso y febril, dominado por un rojo traslúcido. Una capa que bañó pogos, bailes frenéticos, danzas suaves, juegos grupales y movimientos en solitario.

Un segundo cumpleaños que recalca, por si no quedó claro con el resto de fiestas, que Recreo pretende mantenerse dentro de la creciente llama del ocio nocturno en Málaga mientras se expande por Andalucía. Un ocio que, en los últimos años, está experimentando un notable cambio a mejor, que se adapta cada vez más a los gustos locales y las tendencias internacionales.

• Temas
• Torremolinos
• Málaga