La difusa frontera de lo público
Plantas variopintas convierten este patio abierto a la calle en un auténtico vergel
Los planos catastrales delimitan con precisión cuál es el límite del dominio público: en las zonas de ciudad consolidada suele coincidir con la línea en ... la que la fachada del edificio se encuentra con la acera. La realidad, en cambio, es obstinada y, en barriadas como Dos Hermanas, una distinción tan taxativa es mera entelequia. Aquí la frontera se difumina y los intersticios entre los bloques de viviendas registran una amplia riqueza de matices; la transición desde el ámbito privado al suelo comunal se regula mediante grupos de macetas cerámicas, dispuestas con una espontaneidad aparente que ignora de manera olímpica elcriterio de los registradores de la propiedad.
Se acota así un espacio semipúblico para deleite de los moradores, un lugar que no es ni portal ni acera. Plantas variopintas convierten este patio abierto a la calle en un auténtico vergel que acoja las conversaciones durante las noches de verano.
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