Una década de desayuno y recepción a los niños saharauis en el Ayuntamiento de Málaga
Una veintena de niños que viven de los campos de refugiados de Tinduf serán acogidos en la capital para pasar el verano
Es seguramente la recepción más distendida del año. Una veintena de niños saharauis, que viven en los campos de refugiados en Tinduf (Argelia), son acogidos ... por familias malagueñas para pasar el verano y no tener que soportar los rigores extremos de un clima desértico. La intención es que los pequeños pasen una revisión médica, se alimenten de forma adecuada y den rienda suelta a unas vacaciones infantiles con normalidad. Una década lleva el Ayuntamiento recibiéndoles en el salón de los Espejos (la estancia más noble de la casa) y compartiendo un desayuno con ellos en el que, sorpresivamente, hay mucho chocolate. Les encanta y es un día especial, como si fuesen a casa de los abuelos, comentan algunos de los presentes. Entre risas, se admite la 'pequeña prebenda'.
El alcalde Francisco de la Torre explicaba que las familias malagueñas les reciben con el corazón abierto y que cada una suele acogerlos una media de dos o tres años, y luego van rotando. «Para ellos es una ocasión de disfrutar de un clima distinto, más suave», explicaba el regidor, al tiempo que añadía que así fortalecen el conocimiento del español (el Sahara era una antigua colonia española) y refuerzan su alimentación con la dieta mediterránea. Se congratuló de que el desayuno fuese tradicional y les deseó a todos la mejor estancia para dar paso al portavoz de la Asociación Malagueña de Amigos del Pueblo Saharaui que organiza, junto a FANDAS-Sahara, el proyecto 'Vacaciones en Paz'. Julio Fernández aprovechó su alocución para agradecer al Ayuntamiento y a sus empleados que se desvieran con ellos cada vez que les hacen una petición de ayuda; y no se dejó en el tintero la petición de que algún día el Sahara sea libre,y que los saharauis puedan volver al territorio, que actualmente tiene anexionado Marruecos. En esta línea pedía reconocer al Frente Polisario, y que éste pueda montar su embajada en el territorio español.
Acto seguido, el alcalde, tirando de diplomacia, abundaba en las relaciones históricas con Marruecos y con Argelia, y toda la zona del Magreb, para decir que el Ayuntamiento de Málaga no es Naciones Unidas -cuyas resoluciones suelen pedir «una solución política «justa, duradera y mutuamente aceptable, que prevea la libre determinación del pueblo del Sahara Occidental»-. Tras la bienvenida y el pequeño 'debate' político, los niños saharauis disfrutaron de un pequeño ágape en un salón en el que hoy eran los protagonistas.
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