Carlos Conde: «Que no se mosqueen las mujeres, pero elaborar unos presupuestos es un parto»
Es cercano y accesible, cerró unos presupuestos históricos con el PSOE y no rehúye de las críticas aunque las amolde a sus intereses. Presumido y detallista, está ilusionado con sus nuevas competencias: proyectos europeos y coordinación de distritos
La entrevista es en el OMAU. En el Cerrado de Calderón. Tiene el mejor jardín chill out de Málaga. Las vistas caen hasta el mar ... como un torrente. Ahí tiene el concejal de Economía y Hacienda, Carlos Conde, su otro nuevo despacho. Es el nuevo encargado de los proyectos europeos, y también de coordinación de los distritos, dos competencias que le ilusionan. El Palo ya era suyo desde hace cinco años. No es que se hayan hecho maravillas en este tiempo, pero lo cierto es que Conde le ha dado un buen lavado de cara después de que su antecesor lo hubiese dejado de la mano de Dios, y ahora pretende acometer un proyecto que esperan los vecinos como agua de mayo: la renovación de los paseos marítimos de Pedregalejo y El Palo, que explica que por fin emprenderán en este mandato. Estaremos atentos.
Conde es accesible y cercano en el trato. No es una cosa que pensemos los periodistas, es un hecho también aceptado por la oposición, que le respeta y le tiene aprecio. Aunque este año los presupuestos no hayan contado con las aportaciones de los otros grupos políticos, lo cierto es que fue capaz de cerrar los de 2021 con el PSOE, que como está la cosa en España entre los dos grandes partidos fue un win win y un hito histórico. Bueno, más tarde Celia Villalobos nos contó que ella también los negociaba con el socialista Martín Toval. Pero de eso ya ha llovido.
El edil de Economía cuida mucho su imagen. Es, podíamos decir, presumido. A la entrevista llega de estreno. Zapatos ingleses con suela de goma, pantalones grises slim fit, y una blazer tostada, que le cae como un guante. Él elabora los presupuestos del Ayuntamiento de Málaga, que dice que son «como un parto», y también cuida otros asuntos como los escenarios de las fotos. Es detallista. No rehúye de las críticas, aunque las amolda a sus respuestas, siempre tuvo esa habilidad. Dice tener claro que no quiere ser alcalde de Málaga, pero de presidente de la Diputación comenta, bueno más bien pasa de puntillas, y afirma que estará donde le ponga el partido.
-En el último pleno de presupuestos, usted cortó oreja y rabo. Hasta hubo un besamanos de sus compañeros populares.
-Bueno. Un proceso de elaboración de presupuestos, en fin, que no se mosqueen las mujeres, es como un parto. Hay que empezar por pedir las peticiones a cada una de las áreas. Son 75 mini presupuestos, cada edil con sus inquietudes, con sus anhelos y con sus ambiciones. Y evidentemente no se puede atender a todo. Cuando llega el proceso final, después de nueve meses, pues nace un presupuesto que se aprueba y que por lo tanto, la verdad, es que para todos es un motivo de satisfacción, porque es el documento más importante de un ayuntamiento. No solo ofrece una inyección económica, que en este caso ha sido milmillonaria, sino que además supone una estabilidad y una progresión en los proyectos, que algunos de ellos tienen un alcance superior a un año.
-En este parto que usted comenta, ¿quiénes son los concejales más duros de roer?¿Teresa Porras apunta a ser muy exigente?
-(Risas). Tengo que decir que al final tenemos que tratar de tener empatía mutua.
- ¿Un pacto de no agresión?
-Esto es una guerra (risas). Pero la guerra son muchas más batallas. Y aquí hay más y más presupuestos por delante. Al final tenemos que entrar todos los concejales en un nivel de colaboración y alinearnos todos con la estrategia que el alcalde nos marca. Por supuesto, hay una estrategia y esa estrategia no puede ser ir hacia todo. Si no, entonces no tenemos estrategia. Al final no hay concejales que sean más insistentes.
-¿Seguro?
-Me refiero al hecho de que quizá en este primer presupuesto de la legislatura que inicia, pues a todos les ha entrado el ansia por decir «oye, yo tengo un programa y yo quiero cumplirlo». Y tienen que entender que tenemos cuatro años por delante. Si no puede entrar algo este año puede entrar el siguiente. Recuerdo conversaciones con todos; hemos tenido sus dimes y diretes. El alcalde nos exige al área de Economía que preguntemos con pelos y señales si cada una de las iniciativas están bien cuantificadas. Eso lo saben ya ellos. Y el que vaya con el órdago de 'oye, pues esto lo hablo con el alcalde', acaba dándose cuenta de que el alcalde está muy alineado con el trabajo que hacemos en el equipo de Economía.
-¿Qué es lo más importante de este presupuesto (que hace poco echó a andar)?
-Para mí, significativo, el auditorio, porque es una apuesta decidida del alcalde, una apuesta que viene trabajando internamente antes con los presupuestos de otras administraciones y con el sector privado. Se le da el pistoletazo de salida con con una hoja de ruta muy clara.
-Parece que el plan litoral ha dado un bajón y se ha vuelto a activar el auditorio. ¿A qué se debe?
-Lo ha dicho el alcalde por activa y por pasiva, que para poder poner en marcha un plan litoral necesitamos, desde luego, de otras administraciones públicas y de la iniciativa exterior, pero es que el proyecto es muy ambicioso.
- Para ser el gran proyecto, al auditorio solo le han puesto ustedes cuatro millones de euros.
-Es posible, incluso, que ese dinero no se llegue ni a gastar porque un proyecto hay que redactarlo, hay que licitarlo, hay que ponerlo en marcha. Evidentemente con unos plazos de contratación que impone la ley, que van más allá de los seis siete meses no se va a gastar, pero es un mensaje claro e inequívoco a todo el sector público de la voluntad de hacerlo. Hay que planificarlo a cuatro años vista.
-Hablando de la aprobación de presupuestos, la realidad es que los plenos han perdido emoción, ya no gana usted ninguna batalla ni convence a Ciudadanos para aprobar las cuentas. Es pan comido.
-El alcalde siempre nos marca ese marchamo, aprendemos mucho del alcalde, la verdad, y es que es que hay gobernar una mayoría absoluta pero como si no la tuviéramos. Yo no dejo de dialogar con la oposición.
-Vamos a ver. En estos presupuestos, precisamente la oposición ha dicho que no ha habido ningún diálogo previo. Eso es una realidad. En otras ocasiones sí, pero esta vez, no.
-Para contextualizar. Hay que retrotraernos meses atrás con las ordenanzas fiscales, que han supuesto un antes y un después en iniciativas que habíamos acordado todos los grupos políticos en anteriores ejercicios. Hablo de bajar la plusvalía mortis causa, hablo del IBI a familias numerosas, ¡del IBI diferenciado! (lo dice con exclamaciones), cosas que se han acordado entre todos y que la oposición ha votado en contra.
-Cierto. El IBI diferenciado fue una propuesta de Con Málaga (antes Unidas Podemos).
- ¿Qué nos hemos encontrado? Una oposición que ha sido desleal a sus propios acuerdos, con sus votantes.
-Y ahí se le quitaron a usted las ganas de dialogar. ¿Eso es lo que intenta decir?
-Evidentemente digo 'esta no es la voluntad de trabajar por la ciudad'. Esta es una voluntad por desgastar a un equipo de gobierno, aunque sea incluso votando en contra de una iniciativa que viene bien a la ciudadanía. Ese no es el camino.
-También es cierto que las ordenanzas fiscales las lleva usted a aprobación en un pack y no hay manera de distinguir si están de acuerdo con unas o con otras.
-Claro, pero lo menos una abstención. Lo que nos ocurrió en unos presupuestos del PSOE. Se abstuvo históricamente y fue no hace más hace tres años.
-Pero no me diga que estos meses pasados no se han estado ustedes desquitando y aplicando con alegría el rodillo de la mayoría absoluta. Es verdad que ahora están recogiendo otra vez la senda del diálogo, pero han aplicado el artículo 33.
-Bueno, no sé, habría que analizar porque el gobierno lo lleva cada concejal y el alcalde lleva la globalidad. Y yo sé las cuestiones que en las que yo traslado información y las que yo consensuo. Aquí seguimos aprobando a través de enmiendas, mociones que están planteando los diferentes grupos políticos en las comisiones y en el pleno. Evidentemente, todo no.
-Diga la verdad. ¿Se les ha subido mucho la mayoría absoluta a la cabeza?
-A mí me da la sensación que la izquierda se ha escorado mucho más. No es tanto que nosotros no nos hayamos encerrado en una mayoría que no dialoga porque no es así, como el hecho de que la izquierda tiene, será por el contexto nacional, que quiere, de alguna manera, bloquear. Entonces, dos no negocian si uno no quiere.
- En realidad se les ve en la gloria sin tener socio de gobierno. Están más felices que la perdices fuera de la época de caza.
-Hombre, ilusiona ver que después de los años que llevamos de gobierno, que hayamos vuelto a la mayoría absoluta tras haberla perdido, que hayamos vuelto a esa senda. Nos transmite la sensación de que la ciudadanía mayoritariamente está de acuerdo en como estamos planteando las cosas. Frente a eso, bueno, pues tenemos una izquierda que no se ha dado cuenta todavía, que quizá remando en determinadas cuestiones pueden llegar a alcanzar mejores cuotas también.
«Hombre ilusiona ver que después de los años que llevamos de gobierno hemos vuelto a la senda de la mayoría absoluta»
-Empiezan, es verdad, a hacer ustedes ahora unos guiñitos. Como la típica enmienda, de «seguimos trabajando» a propuestas de la oposición.
-Ese es el es uno de los mejores ejemplos. Yo recuerdo plenos, con mayorías absolutas, donde era no y punto. Y aquí el hecho de la enmienda es decir 'oye, reconozco que puedo seguir mejorando, pero no me niegue que estamos trabajando en ello'. De hecho, creo que esa es la voluntad que tenemos nosotros de seguir avanzando. Ahora bien, ellos también tienen que recorrer un camino hacia el centro, que ahora mismo están totalmente escorados a la izquierda.
- Una vez aprobados los presupuestos, gracias al apoyo explícito del PSOE en plena pandemia, como ha recordado, ¿ya le quedan pocas demostraciones de cintura política?
-Tengo que agradecérselo eso al alcalde. Esta legislatura para mí arranca también de una forma ilusionada, porque bueno, hombre, llevar nueve presupuestos, nueve años como el concejal de Hacienda. Soy el concejal de Hacienda más longevo.
-¿Más que Carolina España (actual consejera de Economía de la Junta)?
-España estuvo ocho años. Yo llevo nueve años y medio. Yo llevo nueve presupuestos y Carolina tuvo ocho. Y por cierto, hablamos de 7.813.000.000, que ahí es nada. O sea que se han tenido que poner en marcha cada año.
-Pero le he preguntado por los presupuestos que acordó con el PSOE, ¿no se va a repetir?
-Yo voy a estar siempre, como nos pide el alcalde, siempre en el lado del diálogo. Las pretensiones del PSOE en ese presupuesto que se aprobó con la abstención de ellos, fueron adecuadas y dimensionadas a la realidad. Además era una postpandemia. También era importante que todo diéramos ese mensaje. Yo creo que ahí ganamos todos. El año siguiente esa petición de dinero, no recuerdo bien, pero yo creo que se quintuplicó.
- Creo que subieron, pero no tanto. (Revisado después de la entrevista, fue de 40 a 150 millones de euros, la aportación que quería hacer el PSOE para acordar los presupuestos con el PP).
-Pero el presupuesto no se vio duplicado. El presupuesto creció un poco. Un 8 ó 7%. ¿Qué ha cambiado para que tú ahora pidas muchísimo más de lo que pediste en un contexto de postpandemia?
-El gran proyecto de legislatura es el auditorio, pero tienen un plan de vivienda, 8.900 en cinco años. ¿Cree que serán capaces de acometerlo?
-El tema de vivienda, que no es un tema de Málaga solo, se ha constatado como una situación con un problema importante. Cuando se genera tanta expectativa, tanta gente se quiere venir a vivir y a trabajar aquí, invertir, pues evidentemente tiene unos efectos colaterales. Por eso es importante ese aviso de 'ojo a no morir de éxito'. ¿Por qué? Porque la vivienda, por ese efecto que se está produciendo de llegada de gente, se está volviendo muy inaccesible. ¿Qué es lo que hay que hacer? Empezar a trabajar desde ya y la mejor manera de demostrarlo es con un plan de vivienda, una serie de de promociones que ya están en marcha. Las negociaciones con la Junta de Andalucía ya están teniendo frutos con la aprobación de los nuevos módulos para que la iniciativa privada tenga más facilidad para hacer las propias y un plan propio que está llevando el área de de mi compañero Paco Pomares.
-Centrémonos en usted. ¿Siente que ha tocado techo en el Ayuntamiento o aspira a ser el alcalde de Málaga?
-No aspiro ser (hace una interrupción y bebe agua) alcalde de Málaga. Nunca he aspirado a eso y nunca lo he pretendido. Nosotros formamos parte de un equipo que, afortunadamente, lidera una persona que no es referente solo para el equipo, sino que hemos podido constatar que es referente a nivel nacional y a nivel europeo. Yo he tenido la posibilidad en estos años de conocer a otros alcaldes de otras ciudades y la diferencia sigue siendo abismal. Es decirle al alcalde de Málaga es un alcalde que cuando se dice 24 horas es que 24 horas.
-Qué intensidad.
-Es una persona que no tiene otra vida más allá de la política. Eso dice mucho de él en todos los sentidos. En ese sacrificio hacia la familia, al ámbito más personal, pero también en esa pasión por una ciudad en la que viene dando tanto en tantísimos años. Y para nosotros hablar de relevo a un alcalde que está ahora mismo en plena efervescencia de nuevos proyectos, ilusionado, trabajando a nivel de destajo, para nosotros es impensable.
-La pregunta se la ha hecho a todos porque es inevitable. Ve usted también, como la inmensa mayoría de sus compañeros, a De la Torre presentándose con 84 años en 2027. ¿Lo ve con tanto fuelle?
-Yo he leído a mis compañeros cuando les ha hecho esta pregunta y no sé si todos lo han dicho con la misma claridad que le voy a decir yo: estoy convencido. Hombre, evidentemente, si la salud le responde, pero es que yo ya tacharía de de la ecuación eso que nos dice de que si siente el cariño de las personas, es que ha vuelto a revalidar con una mayoría absoluta. Es decir, que hay más cariño de otras personas que quieren al alcalde de Málaga.
-Osea que no hay carrera de sucesión ninguna.
-En el corto y medio plazo, no.
-Y hablando de usted, que está ahora en una etapa de crecimiento. Ya fue diputado de la Diputación y se supone que este es el último mandato de Francis Salado como presidente o como alcalde de Rincón. Ya ha dejado el partido claro que no puede compatibilizar las dos cosas. ¿Habría opciones en la Diputación?
-Bueno, Francis Salado me pilla ya un poco más lejos. De eso hace ya nueve años (que fue diputado provincial).
-El que estuvo puede volver.
-Un partido como el Partido Popular, que ha conseguido tanto nivel de gobierno y se ha demostrado las últimas municipales, y recientemente la incorporación de Mijas, demuestra que tiene una cantera enormemente sobrada para que, si surge esa situación, el partido busque la persona más adecuada.
-Pero vamos, que usted no se ve ahí.
-A mí me enseñaron a tener siempre las maletas hechas, así te lo dicen en el partido, porque nunca se sabe uno dónde va a terminar. Así que evidentemente me gusta la política, he trabajado mucho tiempo en ella. Me gusta lo local, sí, pero como persona que soy de partido estaré donde me digan; y siempre estaré atento a cualquier tipo de progresión para la que piensen en mí.
«Estaré donde me diga mi partido, y evidentemente estaré atento a cualquier tipo de progresión para la que piensen en mí»
- No dé tantos rodeos. ¿Se ve usted como presidente de la Diputación?
-Me veo donde se me diga desde mi partido. Creo que he demostrado por el tiempo que llevo trabajando que en mí se pueden depositar responsabilidades de gobierno para poder desarrollarlas sin problemas.
-Antes de irnos, estamos en su distrito: el Palo. Su anterior compañero no gustaba mucho, era vox populi, y usted ha conseguido llevarse aceptablemente bien hasta con las asociaciones más de izquierdas. Aquí le voy a hacer un guiño. ¿Cuál es su secreto?
-En política municipal tienes que trabajar y tienes que echarle muchas horas a esto, si no, no no te da recorrido la simple promesa. Y además yo creo más en los gestores políticos que los políticos gestores. Yo creo que primero es la gestión, el coger las cosas, el resolverlas, el no no mirar para otro lado. Y cuando toca mirar de frente al vecino y decirle que lo que te plantea no puedes hacerlo, honestamente, con transparencia. En la política de distrito, a pie de calle, no se debe perder el contacto con los vecinos y empatizar con ellos. Si no empatizas no te sensibilizas con el gran problema del vecino, que a lo mejor es un pequeño problema para ti... A mí el distrito Málaga este me sorprendió. Yo venía de Ciudad Jardín y el distrito este es tan colorido...
-¿Usted parece que no bandea mal el temporal?
- Hay que ser hasta camaleónico. ¿Por qué? Porque no es lo mismo la forma en la que entienden la gestión los vecinos del Palo, la Pelusa, las Cuevas o o las casas de Pedregalejo, que los vecinos que viven en Pinares, El Limonar, el Cerrado de Calderón. Cada cual tiene sus expectativas.
-El paseo marítimo de Poniente es espectacular, y los de el Palo y Pedregalejo, de los años 80, necesitan una remodelación. ¿Les va a a tocar en estos cuatro años por fin?
-Sí, sí, se van a iniciar las obras, Estoy convencido que finales de este año o principios del que viene, lo que dé tiempo de la contratación. Carmen Casero y yo estamos trabajando con Urbanismo, y desde el distrito, y vamos a poner toda la carne en el asador. Pero yo voy a destacar algo más: esta legislatura tenemos que avanzar en darle el máximo protagonismo al litoral, sin evidentemente olvidarnos de nuestro vecino de Olías para seguir trabajando como están trabajando ahora. Es decir, las barriadas van a seguir teniendo inversión, pero en el litoral hay que tenemos que conseguir conectarlo a nivel de de movilidad, con carriles bici, tenemos que conseguir eh bueno, renovar tanto Pedregalejo como El Palo y los Baños del Carmen. Estamos trabajando con la Diputación en la Senda Litoral para su conexión con la Araña, que ya se está terminando de ejecutar una fase.
«Se van a iniciar las obras. Estoy convencido incluso que a finales de este año o a principios del que viene, lo que dé tiempo en la contratación»
-Bueno, vamos terminando. Es su minuto de oro. Díganos algo de lo que haya querido hablar y no le hayamos dado la opción.
-De algo que me ha ilusionado mucho en esta legislatura: que el alcalde decidiera darme dos nuevas áreas de gestión. Por un lado, la gestión de los proyectos europeos, que me permite conocer mucho más a la ciudad por los proyectos que se desarrollan.
-¿Y esa era una de las motivaciones por venir aquí a hacer la entrevista en el OMAU, no?
- (Risas). Entre otras, claro. Para que pudiéramos disfrutar de nuestra bahía, nuestro distrito. Es que este entorno es privilegiado.
-¿Y la segunda cuestión? Acabamos.
-La coordinación de distritos. El alcalde quiere que cada vez los distritos tengamos más autonomía en la gestión, y que el vecino definitiva pueda despachar prácticamente todas sus cuestiones en su junta municipal de distrito. Hay una experiencia similar en Madrid. Son distritos que son más gerenciales. A lo mejor no tenemos que tener 11 distritos gerenciales, pero a lo mejor hay que reagrupar algunos. Pero la idea es que podamos desconcentrar muchas competencias municipales, que están centralizadas en las áreas en favor de los distritos para darles más cercanía. Incluso que se puedan gestionar determinadas licencias de urbanismo.
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