Calle Panaderos no arregla sus problemas de siempre

Doble problema, falta de aparcamiento, pero también de movilidad. Empecemos por el principio. La calle Panaderos, ubicada en pleno centro, y con conexión directa a la Alameda Principal, sufre desde hace tiempo un grave problema de movilidad que afecta a peatones, vecinos y visitantes. A pesar de ser una vía clave para la circulación hacia el corazón de la ciudad, su estado y el uso indebido de sus espacios dificultan el tránsito diario.

Uno de los principales inconvenientes es el estacionamiento irregular de motocicletas fuera de la zona habilitada para ello – hay muy poca– . A lo largo de la calle, muchas motos ocupan aceras estrechas y pasos peatonales, impidiendo el paso fluido hacia la Alameda Principal y obligando a los peatones, en ocasiones, a caminar por la calzada. Esta situación genera inseguridad, especialmente entre personas mayores o con movilidad reducida. A este problema se suma el visible deterioro de las aceras, una cuestión ya denunciada en reiteradas ocasiones por los vecinos. En varios tramos, el pavimento está erosionado, desnivelado o incluso parcialmente levantado, lo que supone un riesgo constante de tropiezos y caídas. Además, el mal estado de las baldosas da una imagen de abandono.

La falta de control, mantenimiento y planificación urbanística hace que esta vía, que debería ser un acceso cómodo y seguro al centro, se haya convertido en un obstáculo más en el día a día de quienes la transitan. Y ahora empieza Semana Santa.

• Temas
• Cosas de la ciudad