Un banquero compra el antiguo edificio de Telefónica de Málaga y se lo alquila a la compañía

La operación, de la que por el momento no habían trascendido los detalles, se cerró a principios de 2020, en pleno arranque de la pandemia, y supone que, al menos durante los próximos dos lustros, este edificio va a seguir albergando una central de comunicaciones y oficinas técnicas y comerciales de Telefónica.

El nuevo propietario es Paul Gomero Vaquero, banquero privado y socio desde 2013 en A&G Banca Privada, banco dedicado exclusivamente a la gestión patrimonial y con experiencia también en deportistas profesionales de varias disciplinas. Precisamente, Gomero es conocido por asesorar a deportistas con grandes fortunas, en especial futbolistas, respecto a las mejores ocasiones y fórmulas para invertir sus recursos económicos. Con más de veinte años de trayectoria profesional en gestión de carteras y banca privada, ha pasado por entidades financieras norteamericanas con base en Estados Unidos y el Reino Unido.

Fuentes cercanas a este banquero de Madrid han explicado que la adquisición del antiguo edificio de Telefónica junto a la Catedral de Málaga, por el que desembolsó algo más de 12 millones de euros, supone una «inversión patrimonialista», vinculada a un contrato de arrendamiento «a largo plazo» con Telefónica, por lo que el destino de esta construcción seguirá vinculado por ahora a la compañía.

En 2017, cuando SUR se hizo eco de las intenciones de Telefónica para subastarlo, ya se puso de manifiesto que, al igual que sucede con el edificio de Correos, se trata de una edificación calificada como equipamiento en el Plan General de Ordenación Urbanística, por lo que modificar su uso para darle un destino residencial, hotelero o comercial requiere de una compleja modificación del PGOU, y del traslado de ese uso de equipamiento a otras parcelas urbanas de similar tamaño para compensar la pérdida de esta calificación.

Además, se trata de una construcción proyectada en los años veinte del pasado siglo por el arquitecto Fernando Guerrero Strachan que cuenta con protección arquitectónica de grado 1. Este edificio está catalogado como uno de los ejemplos de la singular arquitectura con la que Telefónica quiso marcar las centrales que levantó en el país a finales de la década de los años veinte del siglo pasado, y abarca una parcela de 787 metros cuadrados. Tiene una superficie construida de 3.515 metros cuadrados, repartida en sótano y planta baja más cuatro.