El Ayuntamiento de Málaga avanza en el borrador de la ordenanza para prohibir la venta de alcohol en ultramarinos en la feria del Centro

Pérez de Siles fue más allá y explicó que la ordenanza de la feria de Sevilla, que ha sido muy polémica, tenía el hándicap de que hablaba de litros de bebidas susceptibles de ser consumidos en la vía pública, sin diferenciar, y que éste era uno de los principales motivos por los que la Agencia de la Competencia de la Junta había dictaminado, vía escrito de oficio al alcalde de Sevilla, que la medida no era «proporcional» ni «fundamentaba bien el interés general». El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, se limitó a decir que se estaba estudiando la iniciativa, y que él se decantaba por los mensajes de prevención del consumo del alcohol , y dijo la siguiente frase: «Si de natural somos alegres, nos gusta la felicidad per se, ¿por qué tenemos que beber?», lo que provocaba las sonrisas de los medios de comunicación presentes en el acto.

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Para la portavoz de Ciudadanos y socia de gobierno del PP, Noelia Losada, es un debate que hay que tener tranquilamente, con serenidad. La regulación de la venta de alcohol está prohibida en entornos educativos y deportivos; «de primeras no me parece mal, pero hay que hacer un trabajo sosegado y tranquilo», puntualizó.

Por su parte, al portavoz socialista Dani Pérez, le pareció una «ocurrencia más» del alcalde de Málaga, y «una falta de reflejos del equipo de gobierno» sin atender a que el alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, precisamente, es de su propio partido, el PSOE. El socialista dijo que no iba a valorar la medida tomada en la Feria de Sevilla porque estaba atendiendo en esos momentos a situaciones concretas de la ciudad de Málaga. De la posible ordenanza, se quejó al ser preguntado que no se había trasladado a los grupos municipales, y subrayó que el PSOE siempre había tendido la mano en cuestiones de este tipo y que consideraban que para trabajar con coordinación debería crearse una mesa técnica, en la que participaran los grupos municipales, vecinos, entre otros.

Para Unidas Podemos, la idea tampoco está clara, como explicaba el viceportavoz, Nicolás Sguiglia, y también deslizó que al alcalde le gustan «las ocurrencias», primero fueron las máquinas de medir el ruido en las viviendas turísticas, que se vio que no era posible, y ahora, señaló, la venta de alcohol. A su juicio, sería importante abrir en la ciudad el debate de la feria del Centro, «el caos que se suele provocar y que pagan los vecinos» e indicó que si no dejan vender alcohol a las tiendas de ultramarinos y supermercados pero sí a los bares, «estamos poniendo una tirita».