Los autobuses de turistas no quieren subir a Gibralfaro
El camino es muy estrecho y se colapsa con frecuencia por las dificultades para maniobrar de los autocares
Cada día, en el camino de Gibralfaro, decenas de autobuses tratan de pasar por un embudo. No pocas veces el entorno del Camino Nuevo se ... colapsa, con dos vehículos en direcciones opuestas que tienen que hacer múltiples maniobras para no tocarse y que bloquean el paso, lo que también da lugar a situaciones de peligro y esperas para que los vecinos puedan llegar o salir de sus hogares. Ahora, la Asociación Provincial de Empresarios del Transporte y Agencias de Málaga (Apetam) se ha puesto al frente de la reivindicación de una mejora viaria en este entorno, tras constatar que numerosas excursiones ya excluyen expresamente de sus recorridos este punto histórico de la ciudad.
El colectivo alerta de que el Castillo de Gibralfaro, que es una de las principales señas de identidad cultural de la capital, está perdiendo visitantes. Juan Sierra, presidente de Apetam (que aglutina al 95% de las empresas del transporte interurbano y discrecional de la provincia) pone de relieve que esta situación produce preocupación entre los profesionales, así como entre los comerciantes y empresarios turísticos. «Son muchas las dificultades de acceso que se crean, las paradas en la fluidez de la circulación y el riesgo para vehículos y personas en un nudo tan importante para el turismo y la movilidad», asegura, y añade: «No puede ser que por estas cuestiones se quede sin visitar una de las señas de identidad; y que los autobuses que se atrevan a subir, junto a los de la EMT, creen situaciones de auténtico peligro y atasco en la zona«.
El concejal de Urbanismo se compromete a acometer las mejoras con el presupuesto de 2020
Ensanchar el radio de giro
El colectivo recuerda que existe un proyecto de mejora de la circulación en este eje, donde ya se han aprobado los proyectos y permisos, aunque, según su presidente, lleva dos años parado. La propuesta consiste en ensanchar el radio de giro para los vehículos procedentes del Camino Nuevo y de los paseos Calvo Sotelo y Salvador Rueda; así como la ampliación de la calzada y de la acera. Hay que tener en cuenta que la mayoría de los autocares ya alcanzan los 15 metros de longitud.
A modo de respuesta, Raúl López, concejal de Ordenación del Territorio, rechaza que el proyecto esté redactado, aunque aclara que sí se ha logrado disponer ya del suelo necesario, en especial una parte que ha habido que expropiar. El edil explica que el diseño está «casi terminado», aunque todavía no tiene financiación: «Garantizo que se va a ejecutar, pero primero hay que dotarlo presupuestariamente, porque ahora no tiene partida», comenta, y adelanta que se incluirá en el presupuesto de 2020. Una vez que se termine la redacción habrá que confrontarlo con Apetam y con los vecinos, para después licitarlo y ejecutarlo.
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