La vuelta de Niza a Málaga: «Nosotras de boda y mientras la gente moría»

Patricia y Vanesa volvían a Málaga junto a su madre, y lo hacían con un semblante serio y triste. «Fuimos a una boda, y mientras lo pasábamos bien la gente moría, es muy duro que te pase una cosa así en tus primeras vacaciones», lamentaba una de ellas.

«De fondo oíamos los fuegos artificiales, y de repente le llegó un mensaje a uno de los invitados y fue cuando nos enteramos de todo lo que había pasado», contó Vanesa. Su hermana Patricia, que como ella regresaba a casa después de estas tristes vacaciones destacaba lo «afortunadas» que han sido, ya que el hotel donde se hospedaban está a cinco minutos de distancia del paseo marítimo., dos calles más atrás. «De no ser porque teníamos la boda, hubiésemos ido a los festejar los fuegos sin duda». Patricia siguió hablando de las casualidades y la suerte. «Una de mis amigas fue con su hija a ver los fuegos, gracias a que su hija necesitaba ir al baño ambas se salvaron al esconderse en la planta baja de un restaurante». Un conocido de la familia de ambas no tuvo la misma suerte: «Ha perdido las piernas», lamentó Patricia.

Las hermanas no pudieron regresar al hotel hasta altas horas de la madrugada, pues estaba todo «acordonado». Una de las cosas que más les impactó fue el hecho de que había un gran «silencio» en la zona del atentado. «No se escuchaban las sirenas de las ambulancias, solo se veían las luces azules y policías por todas partes» apuntó Vanesa.

«Dejamos una Niza asustada»

«Cuando vas por la calle y miras a la gente a los ojos es raro, sabes que lo que ha pasado no se lo quitan de la cabeza, hemos dejado una Niza muy asustada, la gente está nerviosa», confesó Vanesa. El homenaje a las víctimas y la asistencia diaria de la gente a las distintas iglesias de la ciudad es algo que «impactó» mucho las dos hermanas. «En el paseo hay muchas fotos, osos de peluche, juguetes y notas con dedicatorias, es increíble todo lo que ha pasado». Como relató Patricia, entre las víctimas del atentado hay un gran número de niños, diez fallecidos y 50 hospitalizados.

A nivel turístico también hay un antes y un después del atentado en la ciudad de la costa azul francesa. Los taxistas están preocupados por la temporada, «aseguran que el verano de trabajo para ellos ha terminado», afirmó Patricia. Vanesa recalcó que casi todos los negocios han cerrado, y en la mayoría se puede leer: «Cerrado por respeto a las víctimas». En Niza hoy comienza el primer día de luto oficial, que se prolongará hasta el día 18 de julio.