Caneda: «Convertir el balneario en una joya nos perjudica, hay presiones para quedárselo»

Se ha agotado la vía administrativa para resolver el problema. ¿Cómo valora la actitud de la Junta?

La Junta es una máquina perfecta de destrucción de riqueza e ilusiones. Hay trabas permanentes, una ausencia absoluta de intención de colaborar, de ser positivos. Pero la felicidad está en el camino y estoy disfrutando arreglando el balneario; no me fijo en el final, que será cuando sea, y vamos a utilizar todos los recursos legales a nuestro alcance, hasta la última instancia, porque pensamos que esto no es lógico ni normal, por un supuesto error administrativo. La Administración sabía que habíamos comprado, puesto que hubo reuniones de los socios con Costas, y era público. Y por otro lado hay un escrito de los notarios en el que dicen que no era necesario informar previamente. Por tanto, estoy tranquilo en que la cosas por parte del grupo de empresarios que represento se hicieron bien. Me consta que en la Junta hay gente que quiere que las cosas se arreglen.

El Consejo Consultivo ha sido muy tajante al dar la razón a la Junta. ¿Sigue confiando en que los tribunales les darán la razón?

Sí, el Consultivo ha visto un informe que viene solamente de parte. Si sólo escuchas una parte no vale, sólo cuando se puede contrastar. Creo que los recursos y las alegaciones que hacemos ni las leen, porque hay argumentación suficiente para que por lo menos tuvieran una duda y se sentaran a discutirla, pero no ha habido ningún intento de escuchar la opinión de la otra parte.

Hace un año y medio que asumieron la concesión y le han dado la vuelta al balneario, con una buena acogida de público. ¿Cómo valora su trayectoria al frente?

Lo estamos haciendo razonablemente bien aunque queremos hacerlo mejor, y la gran traba para ello es la Junta, que no nos autoriza a hacer todas las mejoras que requeriría. Después de tantos años abandonado y convertido en un estercolero, cuando nadie se preocupaba, ahora tiene saneamiento, baños en condiciones, una cocina impecable, está ajardinado e iluminado, se da calidad y buen servicio en un lugar emblemático... A mí eso ya me llena. Pasará lo que pase pero se ha demostrado que era una cuestión de voluntad, de interés y por supuesto de dinero. El cambio ha sido notable y vamos a seguir mejorando: dentro de poco presentaremos el Balneario de las Artes, con una serie de actividades culturales. Yvamos a seguir mejorando el parque, aunque, como hemos dicho siempre, nuestro deseo es que sea público. Se nos exige la responsabilidad y la limpieza, pero luego no tenemos la más mínima ayuda ni siquiera para recoger los restos de poda. Es una incongruencia total, hay personas en la Administración que piensan que su función en esta vida es molestar al que quiere hacer cosas. Estamos solos, intentando que se vislumbre en Málaga que un sitio emblemático se puede arreglar y que las administraciones se pelean entre ellas y eso lo sufre Málaga.

¿Cuándo piden un permiso para hacer arreglos, qué les dicen?

Es lamentable. Después de las inundaciones recibimos la solidaridad de mucha gente que se ofreció a ayudarnos a quitar escombros, y las administraciones ni se dignaron a preguntar. Cuando les describimos por escrito los daños que había, sobre todo los que podían conllevar peligro para los transeúntes, pasaron olímpicamente, la Junta no nos ha contestado nunca. De vez en cuando va algún inspector a sacar alguna pega, pero no nos dan permiso para arreglarlo. Es kafkiano, luego viene otra administración y dice que por qué no lo arreglamos.

¿Cree que les perjudica el hecho de que el balneario esté ahora tan cotizado como negocio?

Evidentemente. Hemos convertido un estercolero en una joya y ahora se dan cuenta de que puede funcionar y nos consta que hay presiones de grupos que están intentando en una y otra Administración hacer que nos pongan todas las trabas, una mano negra en la que prefiero no creer, pero que existe. Cuando pones algo en marcha la gente quiere subirse, no cuando hay que hacer la inversión, arriesgarse y aguantar a las administraciones, cada día esperando a ver qué llega. Lo tomamos con deportividad.

¿Qué pasaría si se llegara a un concurso público?

Bueno, en principio ni debería haber concurso puesto que los que están, que obviamente somos nosotros tienen preferencia, por la experiencia e inversiones según la ley. Llegado el caso, tengo necesariamente que creer que sería limpio, con lo cual nosotros iríamos y vista la cantidad de novios que le han salido habría un concurso. ¿Puedo tener mis dudas? Sí, una ligera duda puedo tener. Y,por cierto, no recibimos ninguna comunicación de la Junta, somos los interesados en un supuesto Estado de Derecho y nos enteramos por los medios de comunicación, así que les agradecemos que nos tengan informados sobre nuestra inversión y nuestros trabajadores, pero no por la vía oficial.

La solución final pasa por los tribunales, hay un Contencioso en el TSJA. ¿Cómo cree que acabará?

Es una incógnita, lo normal es que tarde años, estamos dispuestos a recurrir a donde sea, si se puede llegar a Estrasburgo, porque es un atentado contra unas personas que lo han hecho todo debidamente. Al principio, este tema me preocupaba porque estaba en tan mal estado que era denigrante para Málaga. Soy un enamorado del balneario y era lamentable. Ahora, como lo vamos mejorando día a día, llega un momento en que el daño no es tal. Hemos pedido que nos dejen arreglar el muro exterior y la fuente. Y vamos a seguir con la jardinería. De manera que si el juicio dura mucho, aquello cada día estará mejor, con su aspecto decadente que nos encanta y que no cambiará. Desde luego sería mucho mejor hacer una rehabilitación integral y el Plan Especial que en su día hicieron Costas y el Ayuntamiento, pero no me preocupan mucho los años, porque ahora ya es un lugar apetecible y vamos a seguir invirtiendo, cada palo nos anima a ponerlo más bonito. Pero no ha habido ninguna variación, el tema está igual que hace dos años, sólo hemos esperado y esperado.

La posición de los ciudadanos ha variado mucho, del rechazo inicial a apoyarles.

Al malagueño se le intoxicó sobre lo que se iba a hacer y cómo se había accedido. Pero luego supo que se compró en pública subasta; se pagó un millón al contado ante notario; se han invertido más de 500.000 euros y se han creado 70 puestos de trabajo. Al final, la gente insidiosa y mezquina que intoxicaba ha quedado en evidencia. Nos sentimos realmente queridos, la gente no para de darnos ánimos y pedirnos que continuemos. Si no fuera por eso ya nos habríamos ido.

¿Confía en que todavía se puede llegar a un acuerdo?

Siempre confío en poder retirar el Contencioso porque haya un acuerdo. Se puede, cuando las dos partes quieren y hay un interés general por medio. Siempre estaremos abiertos y hemos aceptado todas las condiciones impuestas por la Administración.