El Astoria ya no aguanta más

Los bomberos tuvieron que intervenir ayer en la fachada del cine Astoria ante la caída de cascotes, que por fortuna no alcanzaron a nadie. No ... es la primera vez que intervienen por este motivo y más valiera que fuera la última, señal de que por fin el proyecto del uso de la manzana que ocupa el antiguo cine Astoria junto con el Victoria ha echado a andar. La intervención se realizó desde un coche escala y consistió en sanear parte de la cornisa del edificio ante el riesgo de desprendimiento, según indicaron los bomberos. Pero lo que quisieran los vecinos y muchos ciudadanos, y así lo expresó más de uno ayer mientras contemplaba a los bomberos es que el edificio fuera demolido de una vez, pues esa manzana que está situada en el mismo corazón de la ciudad, junto a una zona tan histórica como es la plaza de la Merced, lleva así más de un lustro. Fue en 2010 cuando el Ayuntamiento adquirió el edificio por 21 millones de pesetas, y en todo este tiempo no ha decidido qué hacer con él en una operación que ha merecido la crítica de los grupos de la oposición, tanto por la cuantía de la adquisición como por la falta de un proyecto. Finalmente, y después de años con esos viejos inmuebles en ruinas y abandonados, el Ayuntamiento ha decidido por fin convocar un concurso de ideas con el que se pretende recabar proyectos para ese importante enclave de la ciudad, concurso que posiblemente esté para el verano, según anunció el alcalde de la ciudad hace unos días. Una fórmula para desbloquear el proyecto en el que también se quiere conocer la opinión de los ciudadanos y en el que participará el consejo social de la ciudad, que se reunió por primera vez en este mandato municipal el mes pasado, órgano en el que participan representantes de todos los partidos, de sindicatos, empresarios, de la Universidad, así como de los colegios de Arquitectos y Administradores de Fincas y la Fundación Ciedes, entre otros. Entre todos se tratará de buscar una solución a esa manzana así como a su entorno. Y es que se han manejado diferentes opciones para ese lugar: desde derribar el edificio y construir otro nuevo con un uso cultural, a demoler toda la manzana y dejar abierto ese espacio junto a la plaza de la Merced. Sea cual sea el proyecto, la intervención llega con retraso y urge, pues a la vista está el deterioro de los inmuebles.