El doble reto de ser mujer y rural

En esa última reivindicación que se suma a las ya conocidas, el auditorio Edgar Neville se convirtió en el escenario de una gran celebración colectiva que premiaba a mujeres que desarrollan su trabajo, en la mayoría de los casos, en el ámbito rural. 16 perfiles o asociaciones propuestas además por los propios alcaldes, colectivos vecinales e incluso la Diputación una vez conocido el trabajo sobre el terreno. «Todas ellas contribuyen al desarrollo de nuestra tierra», decía solemne en su intervención el presidente de la institución supramunicipal, Elías Bendodo, tras insistir en la necesidad de que el mensaje de igualdad «llegue a todos los municipios».

En ese trabajo de «muchas manos invisibles que trabajan por la mujer y contra la violencia de género» desde Almáchar, su asociación de mujeres Layedra agradecía el galardón y el reconocimiento a su labor en un pueblo «de apenas 1.800 habitantes». La emoción llegaba con María Belén Villalobos, de Álora, quien consiguió darle la vuelta a su «situación de impotencia personal» como mujer maltratada en favor de «todas las que vienen detrás». La premiada recordaba a sus hijos, «unos valientes», y se felicitaba por verse sobre el escenario «empoderada, guapa y libre».

También la discapacidad

Manuela González Aguilar no es una excepción en estas historias de superación: ella suma a su condición de mujer, y rural, una discapacidad. Es invidente y recogió el premio con su perro lazarillo, a quien recordó le pusieron problemas la semana pasada para que entrara en un restaurante: «Y al final entré, eh?», celebró entre los aplausos del público. Los mismos que escuchó María Gracia Salazar, la única electricista de la cooperativa La Purísima, de Archidona, «porque nosotras valemos para todo lo que nos propongamos», dijo al recoger su premio.

Las asociaciones Montaña y Desarrollo, de Benalauría; de Mujeres Empresarias Proyecta, de Campillos; de Mujeres La Mojea, de Cuevas del Becerro y de Mujeres AMY, de Yunquera, reivindicaron sus logros no sin antes recordar que en el mundo rural «queda mucho por hacer». Y del ámbito medioambiental, social o económico al deportivo, porque la joven karateca Ayla López, de Coín, también tuvo su protagonismo, aunque entre lágrimas de emoción al recordar a su madre, «la mujer más luchadora que conozco».

Con el público en pie llegó el reconocimiento a título póstumo a Francisca Mellado, conocida en la Cala del Moral y Rincón de la Victoria como La Niña Chica, por haber sido pionera en la Axarquía hace 25 años cuando creó la primera asociación de mujeres. Su hija Belén la comparaba con El Cid, «que sigue ganando batallas a pesar de que ya no está». De batallas en este caso por la supervivencia sabe mucho también la guardia civil Macarena Espinar, que lleva el control de las víctimas de violencia de género desde la comarca de Antequera y que desde 2011 ha respondido personalmente a más de 2.000 mujeres.

La abogada Rocío Ledesma, por su labor como presidenta de la Asociación de Amigos de los Montes de Málaga, y la empresaria Eva Zomeño, que dedicó el premio en la categoría Sabor a Málaga entre otros «a todos los que me lo han puesto difícil porque me han hecho crecer como persona», sumaron también sus nombres a un palmarés que completaron el Club Waterpolo femenino de Marbella y a las Hermanas Adoratrices de Málaga, cuya superiora, la hermana Juana López, recordó el trabajo de su comunidad en favor de las mujeres «que han perdido el sentido de sus vidas».

Propuestas socialistas

Las asociaciones de mujeres que trabajan en la provincia también tuvieron su protagonismo durante la reunión que mantuvieron con el secretario general de los socialistas malagueños, Miguel Ángel Heredia, y la secretaria de Igualdad del PSOE malagueño, Fuensanta Lima. Con ellos compartieron los detalles del manifiesto que los socialistas han elaborado para hoy y, además, las críticas por los recortes que a juicio de Heredia han experimentado las políticas de igualdad durante la última legislatura. «Han sido cuatro años negros de Rajoy en políticas de igualdad», dijo el líder de los socialistas malagueños, que apoyó su denuncia en el hecho de que «en 2011 el paro femenino estaba en el 48% y en la actualidad ha escalado hasta el 55%». Además, recordó que en la provincia «una mujer tiene que trabajar 79 días más que un hombre para cobrar lo mismo» y que «una de cada dos empleadas cobra un sueldo inferior al salario mínimo interprofesional».

También desde las filas socialistas, que por otra parte ya han confirmado su asistencia a la manifestación oficial que convoca para hoy la Plataforma 8 de marzo 18.30 horas en la plaza de La Merced, llegaba una propuesta más en materia de igualdad. En este caso la defendían la portavoz del grupo municipal, María Gámez, y la concejala Estefanía Martín Palop, quienes exigieron que la mitad de las calles que se rotulan en Málaga «lleven nombre de mujer».