Intervienen 45.000 bolsos en uno de los mayores golpes contra la piratería

La operación policial se desarrolló el jueves de la semana pasada en un establecimiento ubicado en la calle Gerald Brenan. Esa mañana, los agentes recibieron una llamada de un representante en España de Longchamp, una conocida firma de bolsos y marroquinería, que había detectado un punto de venta de artículos falsificados de esta marca.

Una unidad de paisano se desplazó al comercio, en el que había varios clientes realizando compras, y descubrió que había numerosos bolsos expuestos que, según el representante, eran claramente copias de los originales. Los funcionarios se identificaron como policías ante el encargado del negocio, un joven de 28 años que es hijo del propietario, y le informaron de que iban a realizar una inspección, para lo que debían desalojar la nave y cerrarla al público.

Tras verificar que la documentación de la empresa estaba en regla, los agentes revisaron todos los artículos que estaban expuestos en sus estanterías, listos para la venta, y comprobaron que había multitud de bolsos de la marca Longchamp, de la colección Lepliage, que por su calidad, características y precio eran imitaciones de los auténticos. Aunque carecían de etiqueta, el encargado del comercio reconoció que «los compraba por un euro (de media) y los vendía por tres», explicaron a este periódico fuentes policiales, quienes estiman que el propietario del almacén habría obtenido un beneficio superior a los 90.000 euros. El precio de venta real de la colección Lepliage, según la página web de Longchamp, oscila entre 70 y 499, lo que da una idea del perjuicio económico a la firma, aparte del daño a su imagen.

Recuento de la mercancía

Ante el volumen de artículos que había en la nave, los funcionarios pidieron apoyo de una segunda patrulla para el recuento de la mercancía. Los policías contabilizaron 45.159 bolsos que quedaron precintados, en calidad de depósito judicial, en un almacén de la marca afectada, que recogió tres muestras de cada modelo para realizar un peritaje que se aportará al juzgado que instruye las diligencias. Los agentes informaron al encargado de que se le investiga por un presunto delito contra la propiedad industrial.

Casualmente, ese mismo día, el representante de Longchamp detectó otro punto de venta de artículos falsificados en una nave de un polígono de Sevilla. Allí, efectivos de la Policía Local intervinieron otros 30.000 bolsos de la misma firma.