«No se puede disfrutar de la vida si siempre estás pensando en porros»

El testimonio de Rafael es uno de los más emotivos del libro, editado por la Fundación General de la Universidad de Málaga, en el que también hablan familiares y algunos voluntarios. Este adolescente narra que después de un tiempo su vida ha cambiado «drásticamente». «Mis junteras, mi relación con mi novia y mi familia, mi actitud ante los problemas y las ganas de vivir...», enumera.

Al echar la vista atrás, no logra comprender «cómo antes podía estar tan equivocado». «Era como la pescadilla que se muerde la cola, porque si tenía un problema lo resolvía fumando, cuando el 99% de mis problemas eran provocados porque yo fumaba», explica haciendo hincapié en que «no se puede disfrutar de la vida si siempre estás pensando en porros». «Por eso no quiero volver nunca a lo mismo. Ya sé lo que es y no volvería nunca a la mierda por el daño que me ha hecho», dice tajante.

"El problema es la persona"

Aunque ya no consume, sigue en tratamiento porque «el problema no es la sustancia en sí, sino la persona y esta tiene que hacer un trabajo de crecimiento personal», como señala el director de Proyecto Hombre en Málaga y Melilla, Juan José Soriano, que ayer ofreció los datos del programa referentes a 2013. A lo largo de ese año se realizaron 1.162 atenciones frente a las 1.458 del ejercicio anterior. La inmensa mayoría, el 81,2% son hombres y la edad media se mantiene en los 29 años. Tampoco cambia la sustancia principal que consumen la mayoría de los usuarios: a la cocaína, con un 38,7%, le siguen el alcohol (27,1%) y el cannabis (15,2%). Seis de cada diez están solteros y el 56,8% procede de ciudades de más de 100.000 habitantes. En cuanto a la situación laboral, el 76,4% dice tener empleo a tiempo completo o parcial, el 5,3% son estudiantes y el 10,7% son parados o amas de casa.

Ante estos datos, Soriano recalcó que el perfil de los usuarios de este programa terapéutico de rehabilitación de adicciones vuelve a ser el de una persona normalizada, «que va cada día a trabajar, tiene responsabilidades y una familia», tras haber desaparecido hace unos años los estereotipos vinculados a los consumidores de drogas. Este hecho es positivo porque «se eliminan estigmas», pero también puede resultar perjudicial porque «el tema de las drogas pasa a ser invisible, a no ser noticia, por lo que se dificulta la búsqueda de recursos».

En este sentido, el vicepresidente de la Fundación Centro Español de Solidaridad de Málaga (Cesma) que mantiene Proyecto Hombre, Juan Serrano, detalló que la reducción de los ingresos, principalmente por parte de las administraciones públicas, ha provocado un déficit de 34.537 euros al recibirse 54.000 euros menos.

No obstante, a pesar de las dificultades, aseguró que no están en peligro ninguno de los programas actuales debido al remanente de otros ejercicios, que cerraron con superávit. Eso sí, han dejado de prestar el servicio de atención a adolescentes con problemas judiciales tras finalizar un convenio con la Junta de Andalucía, que le ha otorgado la subvención a otra entidad.

Proyecto Hombre cumplirá tres décadas el próximo año, que celebrarán «por todo lo alto», según Soriano. Por el momento está cerrado un congreso europeo de comunidades terapéuticas en Diputación. Antes de eso, el próximo 12 de julio tendrá lugar una cena benéfica en los hoteles Holiday World de Benalmádena a la que asistirá la cantante Vanesa Martín.