El Centro también es de los niños

Lo que empezó como encuentros casuales entre padres del barrio se ha convertido cuatro años después en un grupo de unas sesenta familias que se juntan por las tardes en sitios prefijados o se comunican a través del WhatsApp para cambiar el escenario si los habituales están ocupados por algún tipo de acontecimiento como la Semana Santa o una actuación. La plaza de la Constitución es su principal punto de encuentro, aunque también suelen quedar en la calle Alcazabilla, como señala María B., una de las madres que forma parte de este grupo desde sus orígenes.

La mayoría de sus integrantes son vecinos del Centro histórico también llegan de La Trinidad, Molinillo y La Malagueta, tienen entre 35 y 45 años y son padres de uno o dos niños de cero a seis años. Los más tempraneros, según cuenta María, llegan a la plaza a las 17.30 horas «y los más tardíos solemos irnos a las nueve de la noche». Van yendo y viniendo, «pero es raro que no pasen unos 20 niños acompañados de sus padres». Las tardes de los viernes suelen ser las más concurridas. «La última conté 27 niños acompañados de padres, abuelos, tíos..., una auténtica concentración», recuerda esta madre.

Los pequeños juegan al escondite o hacen carreras. También suelen llevarse juegos de piezas para encajar, cuerdas largas, bicis o patines «para que cada uno coja lo que le apetezca». «Lo pasan realmente bien, no hay una tarde que quieran irse a casa, siempre piden quedarse más tiempo». Aunque se reúnen principalmente por echar un buen rato, han elegido la plaza de la Constitución y no la zona de columpios del Parque, «el lugar asignado a los niños dentro del organigrama de la ciudad», para reivindicar las plazas «como lo que siempre han sido, lugares de encuentro».

«Además es una forma de visibilizar que existimos, que en el Centro hay familias con niños que viven y desean seguir viviendo en él», explica María, que critica al Ayuntamiento por permitir que se ocupe «sistemáticamente» el espacio público, «ya no sólo con la tribuna de Semana Santa y las carpas de la Feria, sino con decenas de eventos de dudoso interés, y permitiendo además el incumplimiento de la normativa de ocupación de la vía pública por parte del sector hostelero, con mesas y sillas que impiden no ya el juego de los niños, sino hasta el paso de carritos y el acceso a las propias viviendas».

Lola Martínez, otra de las madres, critica que hagan un parque infantil en la zona, en la plaza de Camas, y que «además de ser muy pequeño, no esté adaptado para niños de corta edad». Según advierte, la falta de espacios infantiles está haciendo a algunas familias plantearse abandonar el Centro.