La Junta empieza a abonar la última parte de las becas no universitarias tras recibir el dinero del Ministerio

La pasada semana, el Ministerio de Educación aseguró a este periódico que el traspaso de fondos se haría «de forma inminente», aunque no precisaron una fecha, lo que hizo aumentar la incertidumbre entre los estudiantes de Bachillerato, Formación Profesional y enseñanzas artísticas. Estos empezaron a cobrar la primera parte de la ayuda en el mes de abril después de que la Consejería recibiera los 96 millones de euros correspondientes a la cuantía fija, que se aplica por primera vez este curso tras la entrada en vigor de un nuevo sistema de becas.

Este modelo establece que la parte variable se paga una vez que se haya abonado la fija y se distribuye en función de la renta familiar, del rendimiento académico y del número de perceptores, siendo el importe mínimo de 60 euros.

Convenio especial

En el caso de Andalucía, los ingresos de las becas no universitarias los realiza la administración autonómica una vez recibido el dinero del Ministerio de Educación en virtud de un convenio de colaboración similar al que el Gobierno central mantiene con Cataluña, donde también ha habido retrasos. A finales de 2013 el informe de la Comisión para la Reforma de las Administraciones Públicas (CORA) propuso al Ejecutivo no renovar estos convenios para, según defendieron, evitar demoras en el pago.

El retraso en el abono de la parte fija provocó un cruce de acusaciones entre ambas administraciones, que se responsabilizaron mutuamente de la demora mientras numerosos foros de Internet se llenaban de críticas y mensajes desesperados de alumnos que no podían seguir haciendo frente al pago de alquileres o transporte.

Desde el Ministerio de Educación explicaron que la Junta, encargada de la gestión y tramitación de las ayudas, no le había enviado hasta entonces los datos de los beneficiarios. Sin embargo, la Consejería defendió que había cumplido con los plazos establecidos y que fue el Ministerio el que se había demorado en la trasferencia de fondos.

En el caso de los 12.127 becarios de la Universidad de Málaga (UMA), la pasada semana empezaron a recibir la parte variable, que ha suscitado las críticas de los beneficiarios, que denuncian recortes de superiores al 20% en las cantidades ingresadas. Las quejas de los alumnos son generalizadas y a ellas se suma la presidenta de la asociación Reforma, Andrea Luque, quien lamenta que las becas lleguen cuando los estudiantes «se han tenido que buscar la vida para sacar el curso adelante sin apenas ingresos».