Las uñas de gel de la suerte: de la manicura al décimo premiado en la lotería de Navidad

El pasaporte dice que su nombre es Nanan Wang pero en el barrio de Huelin todo el mundo la conoce como Nieves. Para pasar del estudio de uñas Kitty Nails a la administración de lotería Baraka solo hay que cambiar de acera. Ambos establecimientos se encuentran en la calle Ayala. Para Nieves, este domingo empezó como cualquier otro: poniendo uñas de gel. Esta joven vecina de origen chino lleva varios años dedicándose a la manicura. Cuando empezó a ver la algarabía en el establecimiento de enfrente, le dio por acercarse. Al ver el letrero en el que se leía «77768, cuarto premio», empezó a dar saltos de alegría. «Lo tengo, yo premiada, yo premiada», articulaba mientras que su pequeño cuerpo se elevaba del suelo por los saltos de alegría.

La historia de Nieves y su premio esconde una historia de generosidad. Como explicó luego a SUR, el décimo premiado fue un regalo de una clienta que va a su estudio a hacerse las uñas. «El décimo me lo regaló una clienta. Ella lleva el mismo número. No solo me lo ha regalado a mí, lo ha regalado a tres personas más», detallaba.

Nieves o Nanan Wang, según se prefiera, canalizó la felicidad por el premio alejada de la timidez que caracteriza a sus conciudadanos. Posó con Ana Cuevas, la dueña de la administración que vendió el décimo. Atendió a medios en la medida que su castellano se lo permitía y no dudó en sacarse fotos todo el que se lo pedía.

Por un momento, Kitty Nail, su estudio, pasó a un segundo plano. Según detalló, lleva algunos años poniendo y quitando uñas para todos los gustos. Algo que seguirá haciendo en un futuro porque no tiene pensando utilizar los 20.000 euros del premio para invertir en otro negocio. Preguntada por si sabe en qué lo va a emplear, confirmó con la cabeza: «Voy a comprar un piso».

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