Una Navidad marcada por las huelgas en el Reino Unido

Cientos de miles de pasajeros se quedaron sin servicio de trenes este viernes por tercer día esta semana, a causa de la huelga del personal de Southern Rail, la empresa operadora de los trenes entre el sur de Inglaterra y Londres. La huelga desvió a muchos pasajeros al metro y los autobuses, agravando la tradicional congestión de estos medios.

Si viajar por tierra es una odisea, hacerlo por aire lo será pronto, porque el personal de cabina de British Airways decidió ir a la huelga por sus salarios. Aunque todavía no se conocen las fechas, el paro podría empezar el viernes 21 de diciembre, día en que las escuelas británicas acaban las clases antes de las vacaciones y mucha gente viaja. Entre tanto, el servicio de correos Post Office, que es público, anunció cinco días de huelgas empezando el lunes.

El caos provocado por la huelga ferroviaria llevó a un diputado del mismo partido de la primera ministra conservadora Theresa May a pedir que se endurezcan las leyes para hacer huelga en infraestructuras esenciales. El gobierno conservador ya aprobó a principios de año una ley exigiendo a los sindicatos una participación de 50% de los trabajadores cuando se vota una huelga. "Ya aprobamos una ley para proteger mejor a la gente de las huelgas antidemocráticas, y revisaremos si estas medidas están funcionando en la práctica", dijo la portavoz de May.

La huelga ferroviaria está motivada por el plan de la compañía de eliminar al encargado de abrir y cerrar las puertas de los vagones, y trasladar a los conductores esa responsabilidad. Southern Rail prometió que no habrá despidos, y que quienes hacían esa tarea pasarán a hacer otra, pero los sindicatos sostienen que la medida hará peligrar la seguridad de los pasajeros. El conflicto podría extenderse a otras líneas ferrovarias porque el sindicato RMT afirmó que otras empresas operadoras pretenden copiar la idea de Southern Rail.

En los aeropuertos, 2.000 empleados de cabina de British Airways -alrededor del 15%- votaron ir a la huelga para reclamar una subida del sueldo. El sindicato Unite afirma que el personal contratado a partir de 2010 tiene unos salarios tan bajos que tiene que dormir en sus coches entre vuelos. "Una parte significativa del personal tiene dos empleos, y muchos van a trabajar sin estar en condiciones de volar, porque no pueden permitirse estar enfermos", explicó Matt Smith, de Unite.

El que no viaje, pero quiera que sus regalos viajen de la mano del servicio postal, también tendrá problemas la semana que viene por la huelga de las oficinas de correos. Andy Furey, subsecretario del sindicato CWU, explicó que la huelga responde a la pretensión de privatizar el servicio, calificándola de "ataque sin precedentes" a las pensiones y la seguridad laboral.

Las casas de apuestas empezaron a beneficiarse del malestar y ya especulan con qué sector será el próximo. En lo más alto de la lista están los médicos de la sanidad pública, que ya estuvieron en huelga este año, seguidos de conductores de autobús, policía y bomberos.