Israel da caza a un hombre que linchó a dos soldados en 2000

Aquel asesinato de los dos reservistas, Yosef Avrahami y Vadim Norzhic, asestó un duro golpe emocional a la sociedad israelí, en especial por su salvajismo. Los soldados realizaban una patrulla cuando se equivocaron de camino y, en vez de regresar a su unidad, terminaron en la ciudad cisjordana, bajo control de la Autoridad Palestina, cuya Policia decidió detenerles y trasladarles a la comisaría.

La noticia del arresto corrió como la pólvora y enardeció a una turba de palestinos, que resolvió tomarse por su mano la venganza tras la muerte de varios compatriotas en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad israelíes. Los manifestantes asaltaron la comisaría, se hicieron con los dos militares y los golpearon, acuchillaron y mutilaron hasta la muerte. Luego despedazaron sus cuerpos. Una imagen captó a Aziz Salha asomado a una ventana mostrando sus manos ensangrentadas a una masa enfervorecida.

El joven, convertido en símbolo de las protestas, fue detenido en 2001 junto a otros acusados del linchamiento. Acabó condenado a cadena perpetua en 2017, pero siete años después las autoridades le excarcelaron. Era uno de los 1.027 prisioneros que Hamás exigió liberar a cambio del soldado secuestrado Gilad Shalit. Pese a su salida de prisión, las Fuerzas de Defensa le han seguido la pista durante todos estos años. De hecho, ha sido vinculado por el servicio de Inteligencia con la organización de ataques contra unidades militares en la Franja.