Gran Bretaña reabre con un ojo en India

«Con todo lo que ha sucedido en el último año, hay que ser realista. Debemos poner nuestra esperanza en las vacunas, en los políticos, y confiar en que sean capaces de guiarnos de la mejor forma posible hasta el final de la pandemia», señaló Lloyd de Beer, responsable de las colecciones medievales europeas del Museo Británico. La gran institución nacional, con sus tesoros mundiales, reabrió ayer sus salas y la exposición temporal 'Thomas Beckett, asesinato y la creación de un santo'. «Ahora todos sabemos lo que es trabajar en casa y me resulta alucinante estar aquí de nuevo y poder recibir público. Es un día maravilloso», manifestó el comisario.

La catalana Nuria Mestre compartía su entusiasmo. Visitó el museo con su amiga Itza Guerra aprovechando que ambas tenían la mañana libre. Están de 'au pair' en diferentes domicilios a las afueras de Londres, y van sorteando cada etapa del desconfinamiento. «Fuimos al pub en Brighton, sentadas en una terraza, lloviendo y con frío. También hemos ido de tiendas», recordó Mestre de planes que pudieron hacer a partir de abril. «Han sido meses superaburridos, con la escuela de inglés cerrada y sin nada que hacer», añadió. Guerra disfrutó la experiencia de pasear por un inaudito «Londres tranquilo, sin gente, silencioso». «Ahora veremos las dos facetas de la ciudad. Hoy pasé mi primer atasco, media hora parada en el autobús viniendo al centro», sonrió.

Rachel Mead, afrobritánica de 28 años, hubiera preferido un calendario más alargado del levantamiento de las restricciones, hasta que se resuelva la situación con la cepa india. La nueva variante se cree sumamente contagiosa –más transmisible que la inglesa, que a punto estuvo de romper el sistema de salud a principios de año– y está atacando con virulencia en regiones del norte de Inglaterra y barrios de Londres. Los casos crecen ya exponencialmente y el número de decesos ha subido un 7% respecto a la semana anterior.

«Me alegra que abran los sitios y podamos hacer más cosas, pero debemos asegurar que la situación esté bajo control», señaló esta joven con su intuición de estudiante de un máster en enfermedades infecciosas. «Prefiero esperar, pero entiendo que la gente está ansiosa por reactivar sus vidas. Es una situación difícil», añade.

Hacia el Algarve partieron este lunes cientos de británicos en sus primeras vacaciones de 2021. El Gobierno de Boris Johnson incluyó a Portugal en la sección verde del sistema de semáforo, frente al ámbar donde ha colocado a España o Grecia. Pero la oposición laborista critica principalmente al primer ministro por demorar la designación de India en la columna roja, mientras contemplaba viajar al país en su primer viaje oficial del postBtrexit.

«He descartado visitar India este año», indicó Matthew Hughes, londinense de 28 años. La pandemia le sorprendió en Valencia y regresó cuando cerraron el restaurante donde trabajaba de cocinero. Ahora observa con incredulidad el nuevo paso hacia «la ruptura de la rutina de estar en casa» porque, según reprochó, «Johnson parece que se adjudica triunfos que realmente no se deben a él y se está beneficiando de la pandemia». Aun así, celebra la oportunidad de quedar con los amigos en un espacio cerrado y planea reservar mesa en un pub donde emitan la final de la Champions que su equipo, el Chelsea, juega contra el Manchester City.