Francia se quita la mascarilla en interiores

En el primer día del fin de la obligación de llevar mascarilla en interior, muchos parisinos todavía la llevaban puesta en tiendas y otros locales por temor a contagiarse de Covid o por costumbre. Otros se han liberado sin problemas de ella, deseosos de regresar por fin a una vida «normal», tras dos años de pandemia.

Los franceses también dicen hoy adiós al certificado de vacunación Covid (pauta completa o certificado de recuperación), que hasta ahora se exigía para por entrar en restaurantes, bares, discotecas, museos, estadios y ferias. Ya no tendrán que presentar un código QR, en papel o digital, para poder acceder a estos locales.

Sin embargo, el certificado sanitario (prueba de vacunación, resultado de un test de antígenos o PCR negativo o certificado de recuperación) se seguirá exigiendo a la entrada de hospitales, residencias de ancianos o centros de discapacitados, con el fin de proteger a los más vulnerables.

El protocolo sanitario en las empresas también deja de aplicarse. Esto supone el fin de la obligación de llevar mascarilla y de mantener la distanciación social en las empresas. Sin embargo, los empresarios y sus trabajadores tendrán que seguir aplicando las reglas de higiene covid, como lavarse las manos, limpiar las superficies y airear los locales.

También hay nuevo protocolo sanitario en los colegios e institutos. La mascarilla deja de ser obligatoria para profesores y alumnos en los centros, aunque éstos podrán seguir utilizándola si así lo desean. En caso de que haya un positivo en la clase, todos los alumnos de esa clase, lleven mascarilla o no, serán considerados caso de contacto. Los alumnos podrán volver a realizar deportes de contacto en interior con el nuevo protocolo sanitario.

En Francia, es obligatorio llevar mascarilla en los transportes públicos desde mayo de 2020 y en interiores de lugares públicos lo era desde julio de ese año.